domingo, 22 de diciembre de 2013

クリスマス Kurisumasu

Y Gabonetako y ΚΑΛΑ ΧΡΙΣΤΟΥΓΕΝΝΑ! !Pues eso, feliz Navidad a todos los hombres de buena voluntad! Rezaré estos días por todos los que por aquí se han pasado este año alguna vez. Y os deseo a todos el oro de la prosperidad, el incienso del amor y la mirra de la salud. Que la poesía, el humor y el amor os acompañen siempre. Que el rencor y la rabia que tenga cada cual en el corazón arda en la chimenea. Que Eros revolotee en vuestra casa, muy cerquita de la alcoba. Que al menos una de las diez cosas que estés deseando que ocurran ocurra, si es buena para ti. Que tu ángel te proteja de día y vele tu sueño. Que el Autor de las Estrellas hecho niño reciba de ti un beso.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Más neoesperanto

Para turistas extranjeros que viajen a España y quieran hablar en neoesperanto, he aquí unas cuantas frases que deben aprender porque le serán de mucha utilidad para desenvolverse en el ambiente español.

1. Por qué los currantes les dicen piropos subidos de tono desde los andamios a las mujeres de toda clase, edad y condición: Why operarii say green piropi to quaecumque women?

2. Por favor, caballero español, ¿me puede enseñar a escupir mientras me rasco el paquete, a la usanza nacional? Please, hippic man, could you docere me sputare while I friction the prominent thing a la mode nationel?

3. Camarero, dígame si estoy arrojando adecuadamente la cabeza de la gamba al suelo como los demás clientes: Barman, tell me if i am gambocefalóbolo on the floor like the others clients are.

4. Señora, se le ha caído al suelo un chicle, peladuras de pipas de girasol y una colilla: Mylady, caído se le han cauchum rosaceum, heliotropic cascara and appendix nicotinicum

5. ¿Cómo podríamos aprender la técnica española de no dimitir nunca?: Quo modo possumus aprehendere Spanish non dimitting?

martes, 10 de diciembre de 2013

Calígula y los filósofos

-Oye, Calígula, violar y luego matar está muy requetemal.
-¿Por qué?
 -Porque la Idea de Bien debe reflejarse en tus actos –dice Platón.
-Es que yo no creo en las Ideas y al señor Bien no lo he visto por ninguna parte.
-No debes matar –dice Aristóteles en su auxilio- porque la vida es un bien que sólo puede segarse por causa mayor, como defender tu propia vida.
-Es que el mayor bien no es tu vida, sino la voluntad del emperador.
-No debes matar porque todos somos hijos de Dios –dice santo Tomás.
-Que manden a este loco al circo, que se lo coma un león. Sólo el emperador es hijo de los dioses.
-No debes matar porque a ti no te gustaría que te mataran –dice Hume.
-Tampoco me gustaría morir en el circo y sin embargo tengo que darles espectáculos circenses a los romanos.
-No debes matar para no interrumpir el equilibrio universal –dijo un gimnosofista.
-Llevo matando mucho tiempo y al universo le importa un rábano.
-No debes matar porque si matas no podrás dormir tranquilo por las noches –dice un mindundi.
-Es que yo no tengo remordimientos de conciencia. Por ejemplo, te mato y plin, a otra cosa mariposa. Yo sólo creo en la ley del más fuerte. Si alguien es más fuerte que yo y me mata, bravo por él, pero mientras ese llega, seguiré haciendo lo que me salga de las imperiales gónadas.

Esta conversación traía muy preocupado a un filósofo alemán. Se dio cuenta el muy listo de que Calígula no creía en el más allá ni en los dioses ni en el bien ni en la conciencia y entonces se le encendió una luz y le dijo:

-No debes matar porque no debes matar, o sea, porque no, vamos, que no puedes, hala.

En efecto, Calígula no pudo refutar porque Kant no le ofreció ningún argumento. Pero siguió matando.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Seis topicazos

Un tópico es una idea hecha y, como hecha que está, está fósil, no es fecunda, no facilita la reflexión, pero es resultona para las mentes poco exigentes y para la prisa y para salir al paso. Ahora que vamos despacio, vamos a arponear tópicos.

1. "Yo por mis hijos mato". Figuraos que todos dijéramos lo mismo: ¡nos mataríamos todos! ¿No es más hermoso morir por los hijos que matar por ellos?

2. “Te aseguro que yo soy más cristiano y bueno que todos esos que van a misa y se dan golpes de pecho”. A lo mejor, pero desde luego eres un cristiano muy poco humilde.

3. "Tengo un solo hijo porque no quiero que le falte de nada”. Pues le va a faltar ni más ni menos que algo tan importante como un hermano. Si uno tiene un solo hijo, lo mejor es no dar explicaciones. No hay por qué avergonzarse de ello.

4. "Ahora las mujeres tienen de todo: lavavajillas, lavadora, secadora, microondas, aspiradora y todavía se quejan". La pregunta es: ¿y no se quejarían los hombres por muchos electrodomésticos que tuvieran si, además de trabajar fuera, tuviesen que trabajar también dentro?

5. "Me gustaría haber nacido en otra familia". A tu familia también le gustaría que hubieras nacido en otra. Y puede que a tus hijos también.

6. "Tienes que entenderlo: me he enamorado de otra persona", dice, cegado de hormonas, el amante para justificar por qué rompe la pareja, por qué se ha estado revolcando a escondidas con otra. Ah, el mito del amor romántico que destroza familias y corazones de niños que de pronto descubren que su papá, o su mamá,se acuesta con otra persona y que lo que a ellos les daba seguridad en el mundo, el amor que los ha hecho posibles, se ha roto para siempre porque él o ella "se ha enamorado y tenemos que entenderlo".

Se admiten más tópicos y más arpones.

lunes, 25 de noviembre de 2013

El príncipe, la princesa y la Virgen

Éranse una vez un príncipe guapo que no era valiente y una princesa valiente que no era guapa. Él se llamaba Hortensio y ella Robustiana. Y fueron ambos a la ermita de la Virgen a pedirle ésta belleza y aquél valentía.

La Virgen estaba lavando la ropa y tendiéndola en el romero cuando por la derecha vino él y por la izquierda ella. Y he aquí que, de pronto, en el huerto de la ermita, irrumpió un león y persiguió al príncipe que comenzó a correr y gritar como una nenaza, mientras el león se reía de lo fácil que iba a ser zampárselo. Y cuando iba a saltar sobre él, la princesa se interpuso entre ambos y atravesó sin temblar el vientre del león, lo despellejó e hizo una capa y vistió con ella al príncipe, que desde entonces se sintió el hombre más valiente del mundo (una inyección de autoestima que le duró toda la vida) y besó la mano de su salvadora, que desde entonces se sintió la mujer más hermosa del mundo (¡la de operaciones de cirugía estética que se ahorró con aquello!).

La Virgen puso en la mano de él la espada de san Jorge y en la de ella el peine de plata fina con que se peina en los villancicos y a cada uno en la frente un beso que aún les está brillando. Y, dando una voz, llamó a su hijo, que, dejando un momento el taller de carpintería, los casó allí mismo, con estrellas, sol y luna. Al convite los ángeles invitaron incluso a los faunos y las ninfas, que se bebieron todo el vino de Caná y pidieron allí mismo el bautismo.

Hortensio y Robustiana reinaron en un valle frondoso y tuvieron siete hijos capaces de tensar el arco de Ulises y ganar en un pulso a Hércules y siete hijas que cada vez que pestañeaban ponían en el cielo veinte estrellas nuevas de oro.

Y colorín colorado este cuento ha comenzado.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Aforismos

1. Si tu verdad es el amor, ten por seguro que estás en lo cierto.
2. El amor no fue creado. Es el creador.
3. Si la amas, la verdad no limita tu libertad: la guía e inspira.
4.Quien se ha mantenido honrado entre los sinvergüenzas conoce la condición humana mejor que quien se ha mantenido sinvergüenza entre los honrados.
5. El santo intenta agradar a Dios y el líder a la gente.
6. Si te dejaron nacer, déjame nacer.
7. Peor que no tener lectores es tener una mala obra y peor que tener una mala obra es tener lectores que la crean excelente.
8. Crear es gozoso no tanto porque lo creado sea bello como porque lo creado es propio.
9. El marxismo confunde injusticia con desigualdad y el fascismo con indisciplina.
10. Mejor que tener razón es que la razón lo tenga a uno.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Tres barbudos: Grizzly Adams, Thom Pace y Walt Whitman

Desde niño, cuando veía la serie de televisión de Grizzly Adams, con la canción de otro barbudo como Thom Pace, yo quería vivir en esa naturaleza salvaje e imponente,en esa majestad inconsciente de sí misma y, por tanto, necesitada de mí para ser amada y valorada y así existir más aún. En esa naturaleza, que no es ni diosa ni madre, sino mi consanguínea, hecha de lo mismo que yo, caída pero amiga de las estrellas, yo me sentía menos peregrino que en la polis en que vivía, menos arrojado del paraíso, más hermano del cosmos. Y pregunto, como Thom Pace, por qué toda esa belleza no va a ser para siempre.

Luego, ya mayor, leí a Neruda y, aunque me impresionó la explosión biológica de sus versos, nada me embargaba tanto como los poemas de Walt Whitman. Nada más conocerlo, me di cuenta de que él me conocía a mí antes y que se había hecho encontrar por mí.

Doy gracias a esos tres barbudos, al primero por actuar, al segundo por cantar y al tercero, que es en realidad el que lo inspiró todo, por escribir. Ninguno de los tres se puso flores en la barba, porque las preferían en la Tierra.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Pido un consejo y doy las gracias

Mi profesora de Body Combat (por cierto, ¿cómo demonios podríamos traducirlo?) nos llama guerreros y nos ordena gritar cuando damos el golpe de gracia. Allí me harto de dar puñetazos y patadas. Es la clase donde más disfruto y donde, para mi sorpresa, soy el único varón.

Para motivarnos, la profe nos dice  cosas como esta: «Venga, guerrero, coge a ese del pelo con un mano y con la otra golpéale la nariz». «Ese» es siempre un enemigo imaginario que yo, para pegarle sin remordimientos, convierto en un violador, un abusón o un demonio viviente devorador de corazones.

Pues bien, la profe quiere que adoptemos todos en clase un nombre de guerrero. Y aquí viene mi consulta, que es, en parte, ética: sabiendo qué es lo que me motiva a mí para golpear (hacer de héroe y cosas de esas), ¿me aconsejáis algún nombre? Yo había pensado algo así como Uriel, Prometeo, Quirón, Caupolicán… porque me va lo mitológico, lo angélico y las causas perdidas. Pero acepto sugerencias.

Y, bueno, tengo que deciros también que estoy que no quepo en mí de alegría y de orgullo por la elogiosísima reseña que Enrique García-Máiquez ha hecho de Menos la luna y yo. Os aseguro que, al leerla, he comprendido de modo definitivo que lo que haya de bello en mi poesía viene de lo alto, que yo solo he puesto el trabajo y que, cuando he creído que este bastaba, el poema se ha quedado sin alas. Gracias, Enrique, por conocer y reconocer mi poesía mejor que yo mismo. Recibe mi gratitud, mi alegría y mi aprecio.

lunes, 28 de octubre de 2013

Dios nos libre de los ideólogos

El otro día, en un bar, un hombre entró a vender unos periódicos por un euro. Cuando llegó a mí, me dijo que me uniese a él, comprándoselo, para protestar por esto y lo otro del gobierno. Yo le dije que estaba de acuerdo con esto, pero no con lo otro y que no quería dar dinero para la ideología defendida por el periódico, pero que le agradecía tanto que me valorase lo suficiente como para intentar convencerme de lo que él consideraba bueno, que nada más que por eso lo invitaba a un café. Me miró muy mal y se fue sin despedirse.

Los que me acompañaban me dijeron que, al decirle que se tomara un café a mi salud, acaso se había sentido tratado como un pordiosero y que por eso me había lanzado esa mirada. Ojalá fuera eso. Pero yo recuerdo perfectamente haber hecho esfuerzos para que mis palabras no resultaran hirientes, sino agradables. Mi mensaje era: «Hay algo más importante que las diferencias ideológicas que nos separan: tú y yo».


Más bien creo que, si me miró mal, fue no solo por sentirse tratado como un mendigo y por no haber podido vender ni un solo ejemplar en aquel bar, sino sobre todo por la frescura con que le dije que no estaba de acuerdo con su ideología política, cosa a la que creo que no estaba acostumbrado.

Me da por pensar que es de esas personas que se hace solo amiga de otra si vota al mismo partido. Un aburrimiento. En época de paz, esas personas se contentan con mirarte mal o retirarte la palabra. En época de guerra, puede que te señalen con un dedo que es como una pistola para que te fusilen en la tapia del cementerio y, encima, creen haber cumplido con un deber.

Eso es lo malo de la ideología: que convierte en subhumano al que no está de acuerdo con ella.




miércoles, 23 de octubre de 2013

Confesión

El otro día me confesé; y el cura, al darme la absolución, con gesto solemne y enérgico, como él es, me impuso las manos en la calva. Luego nos levantamos y, para mi sorpresa, me dio un abrazo fuerte, recio y prolongado cuyos efectos benéficos, sanadores, espirituales, poéticos, aún me acompañan y de qué manera.

Me transmitió a Dios a través de sus brazos y convirtió en una fuerza física la gracia que yo acababa de recibir. Cuanto más ceñido me sentía por fuera más libre me sentía por dentro.

Sin contar los breves abrazos efusivos que nos damos los amigos después de un tiempo sin vernos, creo que muy pocas veces en mi vida me han abrazado así, sin prisa, con afecto y vigor, sin más interés que darme paz y hacer que me sienta querido como soy.

Me di cuenta de que el amor al hermano nada tiene que ver con esa solidaridad descafeinada ni con ese ammmooorrr que se dice redondeando los labios y poniendo los ojos en blanco. Habría que inventar una palabra hecha de estrellas reventando contra las piedras para expresar lo que el amor fraterno de aquel abrazo me ha dado.

Gracias, don Pablo, porque fue muy fácil abrirle a usted mi alma; gracias por la alegría, por el sacramento, por la alegría caudal que desde entonces me acompaña.

sábado, 19 de octubre de 2013

Una copa de Haendel

Hoy os dejo con un poema de José María Jurado, un amigo mío que acaba de publicar en la Isla de Siltolá un libro de poesía titulado Una copa de Haendel. Son todos los suyos poemas de versos elegantes, con un retablo de imágenes abundantes y sorprendentes que acaban todas encajando en un fresco sixtino por virtud de la emoción que, como un río caudal, las recorre.

El poeta parece que lleva una mano a un polo, la otra al otro, luego levanta las dos al cielo y coge algo de allí y luego las mete en la tierra más negra y saca otra cosa y, por último, todas esas cosas tan lejanas unas de otras, tan polares, tan extremas, tan terrestres y celestes resulta que no eran tan dispares: eran las que hacían falta para expresar algo que nadie había dicho todavía.

No es este el poema más representativo del libro, pero sí uno de los que más ha calado en mi sensibilidad, porque trata de dos cosas que me gustan y que en el poema se convierten en una:  la guitarra y España. Además, es un homenaje al pintor Juan Gris.

Para tratar de la guitarra, hay que echarle valor después de que nuestro Federico García Lorca la cantara para siempre, y, además, trata de España, un tema difícil entre los españoles que en seguida andan acusándose de patrioteros, los muy tontos. De ambas pruebas sale airoso José María Jurado. Para colmo, le cambia el género a Rocinante y me gusta más que antes.

Gracias por esta copa, José María, y que la beban muchos contigo.

GUITARRA ESPAÑOLA
                                       (Juan Gris)
Ciprés y palisandro,
potrillo de madera taraceada,
clavijero de dientes y cabeza partida,
brida y freno del llanto.
Una azumbre de vino y una baraja rota,
la mano tabernaria sobre las crines tersas,
el relincho cubista de la alborada gris.
Al borde del barranco,
el trémolo del naipe y de la gruta,
al borde del barranco,
el agua clara:
una Alhambra prendida de cristal en las cuerdas,
un manantial punzado por navajas y pitas,
el alma rasgueada de la patria.
Guitarra,
 caballo de los blancos desiertos españoles,
Rocinante vencida que cabalgas
-solitaria y fatal-
bajo la luna.

lunes, 14 de octubre de 2013

Menos la luna y yo

Para que la belleza de cuanto veo y siento no sea solo algo que pasó y destinado a desaparecer o a difuminarse en mi recuerdo, sino que esté ocurriendo siempre y para siempre, solo se me ocurre escribir un poema, que es la manera de convertir en eterno presente la belleza fugaz de todo lo que me pasa.

Pero como esa belleza es más grande que las palabras que encuentro para expresarla, me siento como el niño que quiere meter el mar en un hoyo o cazar estrellas con una red de cazar mariposas.

A veces, sin embargo, esa red atrapa una esquirla de estrella. Por muy poco que sea, eso es ya tanto, llena tanto la vida del poeta, que vale la pena seguir intentándolo hasta la muerte. Y eso haré. No sé si nací poeta, pero moriré poeta. Lo afirmo no porque conozca mi futuro, sino porque soy poeta como soy calvo: sin querer.

Aquí os dejo mi segundo libro de poesía. No hay para mí mayor honor que el hecho de que la Isla de Siltolá me haya llamado para sacar a la luz estos trocitos de estrellas fugaces que, por la casualidad de la inspiración, han caído en mi red y que doy al lector en forma de poemas para que, cuando este los lea, vuelvan a ser estrellas fugaces en el cielo y, a ser posible, iluminen algo que esté oscuro.

Son poemas casi todos alegres, celebradores y vitalistas, en una edición cuidada y primorosa. Comparto cartel en la misma colección con poetas que admiro. Y la foto que figura en el libro me la hizo mi hermano David cuando aún yo fumaba.

Aquí y aquí publiqué, cuando los escribí, dos poemas que aparecen en el libro.

Para quien guste.

Ex corde,
Jesús Cotta Lobato

lunes, 7 de octubre de 2013

Cambiar de sexo y matarse

El enlace está en griego. Pero me lo ha traducido una profesora de griego moderno:

"Muere por eutanasia un hombre en Bélgica tras una fallida operación de cambio de sexo. Una mujer de 44 años se sometió en Bélgica a una operación de cambio de sexo para convertirse en hombre, pero al sentirse impactada por el resultado decidió recurrir a la eutanasia. Tal y como relata el periódico Independent, Nathan Verhelst murió el pasado lunes por eutanasia debido al indecible estrés psicológico que le produjo contemplar en el espejo la imagen de su nuevo yo. La aplicación de la eutanasia fue legal (por otra parte, este tipo de casos abundan en este país en los últimos tiempos) y el médico que la practicó fue Wim Distelmans, un oncólogo cuyo nombre se hizo ampliamente conocido el año pasado por practicar la eutanasia a unos gemelos. Tras el cambio de sexo al que se sometió, el ya varón de 44 años relató a diversos medios de comunicación belgas: "Me disponía a celebrar mi nuevo nacimiento, pero cuando me vi en el espejo sentí asco de mí mismo". "Mi nuevo pecho no satisface mis expectativas", dijo además, "y el pene que tengo presenta síntomas de rechazo. No quiero ser un monstruo". Antes de someterse a la intervención, Verhelst era la única chica de una familia de tres varones. "Era la niña que nadie quería". En 2009 comenzó la terapia de hormonas y en 2012 se hizo una mastectomía".

¿Nadie le dijo, cuando era niña, que era bella? ¿A nadie le gustó su cuerpo de mujer antes de que ella lo cambiase? ¿Realmente ella quería cambiarse de sexo o sentirse querida y bella?

Lástima que haya nacido en una sociedad que, en vez de invitarte a aceptarte, te invita a que te operes y que, en vez de invitarte a seguir viviendo, te invita a suicidarte. Lástima que este siniestro oncólogo que va matando gente y encima se cree un filántropo no esté en la cárcel. Lástima que la gente crea que matar a otro es malo sólo si el otro no quiere.

Yo creo que, aunque se haya suicidado, esa mujer está en el cielo, porque su vida fue una búsqueda loca del amor y de la belleza.


lunes, 30 de septiembre de 2013

El demonio acechándome en sueños

Anoche soñé que una secta satánica me secuestró para que el demonio entrara en mí. Pero el demonio solo podía acceder si yo le abría voluntariamente la puerta. Y yo la tenía bien cerrada. Entonces pusieron ante mis ojos a uno de los míos atado de pies y manos y me amenazaron con matarlo si yo ofrecía resistencia al Maligno.

Obligado a elegir entre salvar el bien cediendo al mal o salvarme del mal a costa de un bien, decidí entonces fingir que había dicho en mi fuero interno que sí a Satanás. Y los satanistas, desconfiados, llamaron a hombres que, más que endemoniados, eran cuerpos dirigidos por demonios.

Estos, tras escrutarme con sus ojos astutos y fríos, dieron su visto bueno, porque yo me convulsionaba, echaba espumarajos, hablaba con voz bronca lenguas extrañas. Sonreían complacidos y deformes, porque se habían reconocido en el infierno de odio y desesperación que por dentro me carcomía. Y entonces me dio por pensar que ellos me habían dado su visto bueno no porque yo desempeñara muy bien el papel de poseso, sino porque realmente estaba poseído y que la mayor prueba de ello era el odio con que de pronto miraba al ser querido que yo había conseguido salvar, porque por su culpa se estaba enseñoreando de todas mis neuronas una bestia más grande que yo..

Y entonces clamé a Dios y le dije: "¿Cómo has permitido que entre en mí el diablo si yo no le dije que sí?". Y tanto grité, que me desperté con mis propios gritos. Recorrí la casa en silencio y sentí que cada una de las personas que amo estaba protegida por un ángel alto y fuerte. Me dormí de nuevo rogando al mío que jamás permitiese que yo por flaqueza, estupidez o maldad tontease lo más mínimo con ese horror vivo que me rondaba.

Espero de veras, ruego, imploro que ese odio viviente nada pueda hacer con un corazón donde solo tenga cabida el Amor.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Esta noche, una vela

Nada más llegar el otoño los árboles de mi calle se deshojan como si estuvieran de duelo por los hermanos que han asesinado en Kenia y los que han asesinado en Pakistán por ser cristianos.

Me gustaría que la conmoción y la reacción ante tales carnicerías perpetradas por el islamismo radical contra todo lo que le parece democrático, occidental y cristiano fueran tan unánimes y contundentes como si el atentado hubiese sido contra una mezquita o contra un local de ambiente gay o contra una asociación feminista. Pero las víctimas han sido africanas o cristianas y, en ambos casos, lejanas. Y dar la cara por ellas no parece muy rentable políticamente en esta Europa tan políticamente correcta, tan cagadita de miedo.

Durante toda esta semana, encenderé cada día una vela por todas esas víctimas y rezaré para que el islamismo ceda el protagonismo y el poder a un Islam moderado donde, como en el cristianismo, lo importante no sea la sumisión al Único, sino el amor al prójimo.


lunes, 23 de septiembre de 2013

Γεια σου, φίλε μου

Mi amigo Panos se me ha ido a Alemania. Ahora que estaba yo contento porque había encontrado a un hombre que, además de amigo mío, estuviese dispuesto a apuntarse conmigo a hacer piragüismo en el río Betis, se me va a Alemania porque allí pagan más y se vive mejor.

Él dice que España es muy bonita, pero que de lo bonito no se vive, y que Alemania también es bonita y encima se vive mejor. Es una pena que tenga toda la razón. ¿Será cierto el tópico de que cada país tiene lo que se merece? ¿Los políticos de un país son un reflejo fiel de ese país?

Mi amigo Panos es de Esparta. Con su lanza es capaz de atravesar a cuatro monstruos. Yo lo he visto luchar, hombro a hombro, junto con Leónidas en las Termópilas y junto con Cervantes en Lepanto.

Pano, gracias por tu simpatía y tu nobleza. Que la Panagía que llevas colgada al cuello te preceda en el camino.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Aforismos para el creador

1. El éxito de tu obra no consiste en ser celebrada por todos, sino en ser hermosa y existir gracias a tu trabajo. Si a eso se añade el reconocimiento público, bendito sea Dios.

2. De ti depende la calidad de tu obra, no su éxito.

3. La calidad es un trampolín para el éxito, pero el éxito no es garantía de calidad.


4. La inspiración rinde con el trabajo más que con la fama.

5. Lo peor que le puede pasar a tu obra no es no ser reconocida, sino ser mediocre.

6. Lo mejor que le puede pasar a tu obra es que se siga leyendo cuando todos hayan olvidado tu nombre.

7. Si tu obra es buena, habría sido un pecado no crearla, aunque nadie la valore. Si tu obra es mediocre, es justo que pase inadvertida.

8. Un buen creador, por más vanidoso que sea, no escribe por vanidad, sino porque aspira a la belleza y no lo puede evitar.

9. No te dediques a la creación para que te den palmadas en la espalda, sino para no guardarte la belleza para ti.

10. Eres, como Dios, un creador. Ama, pues, a tus personajes y no desalientes al público ni lo conviertas en mala persona.


martes, 10 de septiembre de 2013

Adivinda adivinanza: qué he soñado en realidad esta noche

Posibilidad A:
Soñé que éramos cazadores de estrellas. Incluso teníamos un nombre: lumbreles (supongo que el nombre será una mezcla de lumbre y lebrel).

Lanzábamos la red al cielo y la recogíamos cargadas de estrellas. Eran como rescoldos azules, rojos, verdes, anaranjados, y se encendían aún más si soplábamos sobre ellas. A algunas le salían llamas que se quedaban nadando en el aire como peces en el agua.

Entonces cargábamos las alforjas de nuestros pegasos y subíamos a las montañas. Allí nos aguardaba el Ave Fénix. Llevábamos las estrellas a su nido y en ellas ardíael incienso con que el Ave lo había ido adornando. En medio de ese perfume el Ave se convertía en fuego y se elevaba y sus alas eran inmensas auroras boreales desplegadas.

El nido se había convertido en ceniza. Y en ella nos tumbamos y nos echamos a dormir. Y desperté.

Posibilidad B:
Soñé que tenía que conducir por la ciudad una furgoneta enorme que no cabía en ninguna calle ni en ningún aparcamiento. Y cuando quería frenar, sin querer aceleraba. Para colmo llovía a cántaros y el limpiaparabrisas se había estropeado. Y así me he pasado casi toda la puñetera noche.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Gracias

Este verano he tirado más papeles y recuerdos y cachivaches que en toda mi vida. O ellos o yo. Ya no cabíamos juntos. Me parece que, cuantos más años tiene uno, más le sobran las cosas y menos son las importantes.

Lo único que no he podido tirar son aquellas cosas en las que amigos y otros seres queridos pusieron tiempo y cariño para mí: un dibujo, cartas, un regalito y mil artículos de fumador que ya no utilizo.

Revisando entre las cosas que tenía que tirar, he aquí que me encuentro un cedé de mi amigo Ramón Simón. Había yo olvidado esas fotos que hizo a los libros de sus amigos. Yo estoy entre ellos y pongo una foto suya que además es un homenaje a mi madre.

Cuando un amigo mío le regala algo a mi madre y a la vez a mí, ya es amigo mío para siempre.

Ah, se me olvidaba. No he leído tantos libros como quisiera y me aconsejasteis, porque he empezado a escribir un nuevo libro y he tenido todas las neuronas ocupadas.

Un beso a todos.

miércoles, 3 de julio de 2013

Un Dios prohibido

Rompo mi silencio estival para recomendar encarecidamente esta película sobrecogedora y luminosa, coral y personal, humana, sin maniqueísmos ni ideologismos, atenta solo al sufrimiento del inocente, pero sin cebarse por ello en el verdugo, a quien trata, a pesar de todo, como a una persona con sus relieves y complejidades.

Conmovedor el mundo interior de Ceferino, el gitano a quien fusilaron por no soltar su rosario; bellísima, además de real, la historia de la anarquista enamorada del seminarista; impactante la intervención de Durruti; y bordados y bellísimos los papeles de los mártires.

Yo conocía ya la historia de los mártires de Barbastro y aún no me puedo creer que en esta España donde es casi tabú citar los miles de religiosos y católicos asesinados por su fe durante la Guerra Civil (¡sin una sola apostasía!) se haya rodado con tanta calidad y belleza y con tantos aciertos históricos una historia tan impresionante.

Lo que hicieron esos muchachos fue una hazaña superior a la conquista del Polo Norte: prefirieron ser buenos a estar vivos, prefirieron la muerte a la oscuridad.

Enhorabuena a Pablo Moreno, el director, por Un Dios prohibido.

miércoles, 26 de junio de 2013

Feliz verano

Amigos, me retiro este verano a leer las novelas que me habéis recomendado, a contemplar estrellas por la noche, a trabajar en un proyecto ambicioso al que no sé decir que no, a escribir ideas para mi novela, a chapotear con siete niños en la piscina, a correr por el parque y a hacer dominadas, a intentar salir un poco de mí mismo y estar con la gente, charlar con ellos, interesarme por su mundo; me retiro, en fin, y solo ocasionalmente volveré a este cuaderno.

Gracias por vuestros consejos, vuestros comentarios, vuestra existencia.

Ahora os deseo a todos que este verano Eros y vuestros ángeles os coloreen las alas.

Y de noche os invito a entrar en mis sueños más agradables, que este verano van a ser de boda: las bodas de Camacho, las de Caná, las de Cadmo y Harmonía, las de Dioniso y Ariadna.

Bodas nocturnas, frescas y felices.

Ex corde,
Jesús Cotta

miércoles, 19 de junio de 2013

Por peteneras

1. Atención a la frasecita que le oí decir a un niño de tercero de ESO: “Si me queda solo una, mis padres me compran el Iphone 5; si me queda más de una, el Iphone 4”.

2. Yo no sabía que tenía miedo a tener una nariz en el pie hasta que me inventé la palabra PODORRINOFOBIA. Desde entonces estoy podorrinófobo perdido.

3. Urge inventar para calvos una peluca con ventosa de mucho flequillo de manera que cuando uno coma diga me la voy a quitar, que me molesta mucho el pelo. ¡Que se fastidien los melenudos, que no lo pueden hacer!

4. En el vestuario del gimnasio un hombre apaga el móvil bastante cabreado y nos dice: "Este es un autojerarca venido a menos que se cree que aún puede darnos órdenes. Y yo estoy ya muy mayor para que me las den".

5. Oigo en la radio una canción en cuyo estribillo una mujer repite machaconamente “Quiero hacerlo otra vez”. ¿A qué se refiere? ¿Al Camino de Santiago?

6. Diferencias entre hombres y mujeres: las mujeres se acuerdan de quién regaló qué a quién, cuándo y por qué. Los hombres ninguna de esas seis cosas. En la casa los pies le huelen a él, no a ella. Además, si alguien en el autobús se tira un pedo, casi todos sospechan de los hombres, no de las mujeres.

7. El jefe ha ido a comer a su propio restaurante. Los camareros jóvenes le sacan la mejor vajilla, pero el camarero más viejo la cambia por la descascarillada para que se entere de cómo anda realmente el negocio.

8. El profesor llama canalla a un alumno por haberse vengado cruelmente de otro. El padre del alumno va a quejarse de que el profe ha insultado a su hijo. El profe le responde con un par: “Alguien, ya que usted no lo hace, le tiene que decir la verdad a su hijo”.

9. Por cada diez paraguas del paragüero ocho están desarmados, pero uno nunca los tira. Lo mismo pasa con los bolígrafos.

10. Cierto actor decía: "Yo no quier ir al cielo, sino al al infierno con las putas y los borrachos". Pero ¿quién le ha dicho a usted que las putas y los borrachos van a estar en el infierno?".

lunes, 17 de junio de 2013

Ideologías y nombres de calles

La gente ideologizada, o sea, la que considera que los que no profesan la ideología correcta son tontos o son malos, valora a los demás por su ideología, no por su valía, su trayectoria o por ser sencillamente personas. 

Eso explica el afán de la actual Ley de Memoria Histórica, que es un claro ejemplo de ley ideologizada, por borrar del callejero todo nombre de persona relacionada con el régimen franquista o la sublevación militar. Franco hacía lo mismo, en su afán de borrar las huellas de la República vencida. Pero la diferencia es que, mientras que Franco intentaba perpetuar la España vencedora, la democracia actual surgió del deseo de tratar por igual a todos los españoles. Que Franco hiciera distingos está muy mal, pero que lo haga la democracia es lo peor.

En vez de dar a una calle el nombre de una persona cuyos actos fueran encomiables, el ideólogo acaba poniendo el nombre de una persona cuya adscripción ideológica fuera la correcta. Y así, por poner un ejemplo, la actual calle de Bartolomé de Medina en Sevilla se llamaba hasta el 2011 Capitán Vigueras, hasta que el anterior ayuntamiento, en contra del clamor de los vecinos, decidió cambiarle el nombre, porque el ayuntamiento, muy listo él, había averiguado algo que ni los vecinos de la calle sabían: que el capitán Vigueras era  un capitán joven y poeta que murió durante el traslado de soldados en aviones desde África a la Península tras el alzamiento. Si hubiera sido un capitán del ejército republicano, el ayuntamiento habría mantenido su nombre en la calle. 

¡Ay qué hartitos estamos en España de ideólogos, que consideran bueno no al que es buen amigo, buen padre, buen amante, buen profesional, sino al que es de su cuerda! A este se lo perdonan todo; al otro, por más bueno que sea, nada.

jueves, 13 de junio de 2013

Tú puedes, león

El otro día en el gimnasio, había tan poca gente, que Fernando, uno de los monitores, me llevó a una sala y me dirigió una sesión de calentamiento, porque sí, porque le apetecía. Él daba las órdenes como un capitán y yo cumplía como un soldado. “Tráete la cama elástica”, “Pon doce discos en el suelo”, “Anda hacia atrás”, “Salta”... Y para que no flaqueara me jaleaba con palabras del tipo: “¡Vamos, león, león, león, toca ahí, hasta el fondo, dale caña, bravo, otra, impresionante, Jesús, rápido, rápido, león, león, león!”.

Si yo fuera rico, lo contrataría para mí todos los días. Acabé reventado, pero feliz. Rinde uno más si lo alientan.

Este Fernando, además, tiene para cada persona una palabra amable. A mí me dijo el otro día que iba elegantísimo. Las chicas están encantadas con él, porque no es un adulador, sino que tiene ese don, que también tenía mi padre, de resaltar lo bueno de cada cual en cada momento, con sinceridad y con gracia. ¡Gusta tanto que nos echen un piropo! Anda, piropead un poco, pero no solo a los cuerpos, sino también a las personas. Con eso ganaréis puntos ante la gente y, encima, la haréis feliz.

sábado, 8 de junio de 2013

La gran pregunta

Digan lo que digan los demás, los filósofos, la presión social, la religión, la ley, la tradición, los consejos de los amigos, al final uno acaba actuando según su conciencia. Esta es el último tribunal. Pero eso no significa que estemos actuando bien, porque Hitlercito y Stalincito también actuaron según su conciencia y, sin embargo, si algo tenemos claro es que actuaron mal.

Por tanto, la gran pregunta es: cuando uno no sabe si está actuando bien o cuando su conciencia le dice que haga una cosa, pero su fe religiosa, sus amigos, sus filósofos, le dicen que haga otra, ¿a quién debe seguir? Si sigue a su conciencia, ¿cómo puede saber que esta no es errónea? Y si la sigue contra lo que le dice su fe religiosa, la tradición, sus filósofos, los buenos amigos que lo quieren, ¿no es ya un acto de soberbia, una señal de que su conciencia es errónea? Pero, a la vez, ¿cómo va uno a violentar su propia conciencia cuando esta le dice claramente que lo que dicen todos a quienes uno estima y ama no es para él?

lunes, 3 de junio de 2013

¿Qué puedo leer este verano?

Amigos, recurro a vosotros porque me encuentro en una situación terrible (al menos para mí). Llevo tanto tiempo embarcado en proyectos académicos y encargos literarios, que ya solo leía lo que para ellos necesitaba leer. Me he hartado de ensayo y, cuando me hartaba de prosa, me escapaba un poco con la poesía. Pero ahora llega el verano y quiero leer novelas, buenas novelas. Me gustan clásicas y de acción, de intriga, de fantasía, de ciencia ficción, de distopía, juveniles, de aventuras. No me gustan romanticonas ni históricas ni bélicas. Pero a una buena novela se lo perdono todo.

Para que os hagáis una idea, el prototipo de novela que no me gusta es el Ulises de Joyce y cualquier novela con pretensiones. Y el prototipo que me gusta es Solaris de Lem y cualquier tipo de novela cuyo protagonista tenga algo peculiar y fascinante.

Os agradecería infinito que, si os pasáis por aquí, dejéis cada cual un consejo o dos. Yo me fío muchísimo de vuestro criterio, que hasta ahora nunca me ha defraudado.

Con vuestra lista me acercaré a mi librería y los encargaré para este verano y, cada vez que acabe uno, lanzaré al cielo un grito que llegará en sueños a quien me lo haya aconsejado.

viernes, 31 de mayo de 2013

Una prosti en mi camino

Uno de los placeres que descubrí cuando rompí con la nicotina es correr los domingos por la mañana temprano, sin gente, bajo los altos árboles de los jardines de María Luisa,  y meterme por todos los emparrados y glorietas, mojar la cabeza en todas las fuentes, espantar a los mirlos con los brazos en alto. 

Una vez, me adentré en la espesura y, en la sombra más arbórea, me sale al encuentro, sonriéndome, vestida de blanco pero con una minifalda que era un reclamo, con los carnosos labios pintados de carmín, los pechos generosos, las caderas anchas, las piernas largas, una mujer. Y yo, que llevaba gorra, me descubrí ante ella y proseguí mi camino. Pero me dieron unas ganas tremendas de ponerme a sus pies y decirle:

"Señora, vuestra belleza me ha cautivado y aquí me tenéis a vuestros pies. ¿Queréis que me suba a esa palmera y os traiga unos cocos? ¿Mato a algún dragón? ¿Os traigo del abismo la rosa azul? Vuestros deseos son órdenes" y no porque yo tuviera deseo alguno, sino porque sentí que descubrirme era muy poca cosa para lo mucho que ella, a cambio de un poco de dinero, me daba a mí, un calvo desconocido y sudoroso que podría ser un bruto con ella.

Esa mujer no debía estar allí pasando frío, sino que debía ser tratada como don Quijote trató a la prosti de la venta cuando esta iba a acostarse con el arriero y, equivocándose de cama, se metió en la del ingenioso hidalgo. Este le deja claro a ella que de buena gana se le habría entregado como hombre si no fuera porque su dama era Dulcinea del Toboso. Y lo mejor es que, si se hubiera entregado a ella, desde luego no la habría tratado como a una prosti, sino como a Dulcinea del Toboso.

lunes, 27 de mayo de 2013

Primera comunión en Campillo de Llerena

Me han invitado a una comunión en un pueblo de Badajoz. Lo mejor del trayecto son los árboles, las torres de las iglesias y las amapolas.

Son dieciséis almas de diez años las que van a comulgar hoy. Dieciséis niños con más razones que nunca para ser buenos. Todo el pueblo está de fiesta dieciséis veces. De los dos mil habitantes, muchos han sido invitados a más de cuatro comuniones.

En la iglesia, atestada, la gente es mucho más respetuosa y silenciosa que en las iglesias de los suburbios Los niños cantan una canción que me cantaban a mí de niño y me alegran el día. Toco la pila bautismal donde durante cuatro siglos se han bautizado miles y miles de personas.

En el convite veo a gente que hacía diez años que no veía. Van todos con su mejor ropa. Los lazos familiares son lo bastante fuertes como para hacer que la gente viaje durante cientos de quilómetros para poner un beso en la frente de una niña y hacerle un regalo.

Como colofón, ella se sube durante la fiesta a un poyo y nos lee una carta de agradecimiento de su puño y letra y con el corazón en la mano.

De nada. Ha sido un placer.

viernes, 24 de mayo de 2013

La Odilíada

A un alumno mío, a quien llamo en clase Eneas, sus padres le han regalado un ejemplar de la Odisea. Como ya tiene la Ilíada, ha pensado leerse los dos libros a la vez: el canto primero de uno a la vez que el primero del otro, así hasta completar los veinticuatro cantos de ambas obras. Estuve a punto de decirle que era una idea más bonita que práctica, porque no son historias precisamente paralelas, pero no quise echar tierra sobre un proyecto personal que me contaba con verdadera ilusión.

“Léetelo y dime qué experimentas. Quizá dentro de ti Héctor y Aquiles acaben luchando entre las olas de la Odisea y Calipso acabe suavizando a fuerza de besitos a los melenudos aqueos de la Ilíada. Después puedes inaugurar un libro blanco titulado la Odilíada donde consignes las impresiones que te ha suscitado la lectura paralela de esas dos grandes obras. Será un buen regalo el tuyo para la humanidad y las humanidades”.

Tengo la suerte de llevarme muy bien con todos mis alumnos, pero con ese tengo la conexión especial que se establece solo entre los que vibramos de emoción ante los héroes homéricos y quisiéramos estar entre ellos, ser como ellos, ser uno de ellos.

domingo, 19 de mayo de 2013

ARGUMENTUM ASTROLOGICUM

Una amiga mía agnóstica y filósofa me ha contado que, la otra noche, en el duermevela, mientras se estaba quedando dormida, sintió un deseo tremendo de dar gracias por todo lo recibido, pero no sabía a quién. Tan grande como su deseo de dar gracias era su dolor por no tener a quien dárselas. Eso de dar las gracias a la vida, que es solo algo y no alguien, no va con ella. Su corazón busca a alguien, pero su razón solo encuentra algo: el universo, que no es nadie ni piensa, que ni siquiera sabe que ella existe y que un día la aplastará sin darse cuenta.

Yo creo que se sintió como la niña de un cuento que, perdida en un bosque oscuro, encuentra de pronto una estrella que la salva de la oscuridad y la lleva al buen refugio del amor, del sentido, de la amistad, del conocimiento. Esa estrella es tan bonita, tan luminosa, tan cálida, tan oportuna, tan salvífica, que el corazón y la intuición le dicen que la ha tenido que poner ahí no el azar, sino un hada, pero, a la vez, la razón le dice que las hadas no existen y es una lástima, porque, si algo desea ella más que nada, es darle las gracias al hada, besarle las manos, tenerla en el corazón, preguntarle por qué arrancó para ella del firmamento una estrella.

La enormidad y la belleza de lo recibido son en nuestro corazón un impulso hacia lo divino. Es el argumentum astrologicum. No es solo la tristeza, el dolor o el desconsuelo lo que, en busca de sentido, nos hace creer en Dios. Lo peor de no creer en Dios es no tener a quien darle las gracias, que decía Chesterton.

Mi amiga, si alguna vez llega a Dios, será por esa vía. Algunos llegaron a Dios cantando y otros llorando. Estos tienen toda mi compasión, pero aquellos mi amistad y mi simpatía. Yo quiero llegar a mis últimos días no como Caín o Job, sino como Adán celebrando a Eva, como Abel tocando el caramillo entre ovejas, como el santo de Asís bailando en los bosques.

jueves, 16 de mayo de 2013

Aforismos de Eros y Thánatos

Eros

1. Al sexo le pasa como a las alas: si no vuelan, se manchan de barro.

2. Tras el orgasmo, tristeza si estás solo; dicha, si bien acompañado.

3. Para un hombre el peor trago es tener que decir que no a una mujer; para una mujer, tener que decirle que sí a un hombre.

4. El amor nos pone músculos de luchador; el egoísmo, de narcisista.

5. Sin afecto no hay erotismo, sino obscenidad.


Thánatos

6. La vida nunca tiene bastante, pero la muerte tampoco.

7. Zaratustra, Sócrates, Buda, Confucio... eran buenos chicos, pero murieron.

8. Nacer y luego morir para siempre es un casi nada que vale casi todo.

9. La inacción es a la muerte lo que el vacío a la nada.

10. Donde el bosque se cierra contra el sol, los demonios celebran la matanza.

lunes, 13 de mayo de 2013

El 95% de las madres, según mi droguero

El sábado pasado un padre y una hija adolescente fueron a comprar unas medias para la madre, que les daba las directrices de la compra por teléfono. Luego el padre, quejándose de lo complicado que era comprar unas simples medias para una mujer, pidió unas cuchillas de afeitar. El droguero le sacó varias, cada una con sus pros y sus contras. ¡Aquello sí que era complicado!

El padre eligió al final la más cara, que era la que siempre usaba.

-Le digo a usted una cosa –le aseguró el droguero-: si es su mujer quien le compra las cuchillas, le compra la más barata. El 95% de mis clientas le compran la barata al marido y la buena al hijo, que se está empezando a afeitar y tiene la piel muy sensible el pobrecito.

La hija, que no había participado en toda la conversación, le dijo, un poco indignada:

-Mi madre no es así.

-Sí, la verdad –terció el padre- es que yo me cambié a estas cuchillas porque ella me las compró.

-¡Ah, entonces, es usted afortunado por pertenecer al 5% de hombres con mujeres que aún los quieren como si fueran novios!

viernes, 10 de mayo de 2013

Aforismos

1. Cuando el bien nos llama, es belleza; cuando nos convence, es verdad.

2. Lo bello casi nunca lo es tanto como para permitirse prescindir del arte.

3. Lo bello se viste de arte. Lo feo se disfraza con él.

4. A la belleza casi todo se le disculpa. Vístase, pues, la bondad de belleza si quiere tener éxito. El mal lo hace y le va bien. 

5. Si las serpientes tuvieran alas como los pájaros, no serían más bonitas, sino más feas.

6. Si no eres muy bello, séanlo al menos tus ideas y tus actos.

7. La castidad con soberbia es mucho más fea y más tonta que la lujuria con soberbia.

8. Lavarte y vestirte bien es honrar el buen trabajo que el amor de tus padres hizo contigo.

9. Belleza y arte son dioses bastante aceptables que nos libran de servir a dioses más feos.

10. A los héroes siempre los pintan guapos porque fueron buenos.

martes, 7 de mayo de 2013

Me lo contó un cura

“Cuando era párroco en el pueblo, tuve que contratar a unos obreros para arreglar el suelo de la iglesia y yo trabajaba con ellos para que me saliera más barato. Me regalaron un mono y todo el pueblo me veía calle principal arriba, calle principal abajo, con la carretilla acarreando piedras y durante el trayecto las mujeres que iban y venían de la compra me metían billetes en los bolsillos. Cuando acaba la jornada del trabajo, los currantes me esperaban para cobrar y yo me ponía a sacar los billetes del mono y todos los días tuve suficiente para pagarles. Por eso, Jesús, yo creo en los milagros.”

Claro, que lo que no he dicho es que el cura en cuestión es joven y guapo. La belleza siempre ayuda

sábado, 4 de mayo de 2013

Día de la madre

El otro día le dije a mi hermano Alfonso que yo rezaba por que nuestra madre muriese tarde y bien. A él eso le pareció poco, porque él rezaba por que no muriera. Y creo que, aun cuando no rezáramos por ella, no va a morir. Los que aman mucho no mueren, pero no porque dejen aquí un grato recuerdo, que también, sino porque el amor los salva para siempre.

El amor es más poderoso que la muerte.

El amor que has dado te salva para siempre, porque es lo único que te podrás llevar hasta allí.

El amor son las alas de la salvación.

Las alas de las madres son tan grandes que no caben en el mundo. Son lo más parecido a Dios que hay aquí.

Gracias, madres.

jueves, 2 de mayo de 2013

No me convencerás aunque me convenzas

Οὒ με πείσεις κἄν με πείσῃς.

 “No me convencerás aunque me convenzas”.

 Es una máxima griega con la que me identifico.

A veces hay gente que me convence de un asunto con argumentos la mar de razonables e irrefutables, pero algo en mí me dice que no, que eso no está bien, que no sería lo deseable. A veces ese algo no es más que prejuicios o cabezonería, pero me gusta pensar que otras veces es un sentido del bien que aún no ha encontrado argumentos para combatir.

A mí me pasa eso cada vez que alguien, con argumentos acerca de la libertad y la responsabilidad, etc. logra convencerme de que lo mejor es dignificar la prostitución legalizándola porque es un trabajo supuestamente tan digno como otro cualquiera. Me convencen, sí, pero es imaginarme a una niña decidiendo si ser de mayor médico o prosti ¡y me da un repelús!

lunes, 29 de abril de 2013

Lo que me daba y me quitaba el tabaco

Lo que me daba
Yo fumaba no solo porque era adicto, sino porque echar humo es un placer insustituible, es la guinda del placer, el colofón de la buena idea, la complicidad con otros fumatas, mi acompañante literaria, mi remedio contra la gula, la cura de mis frustraciones. Además, me lucía liar mis pitillos y dar tabaco a quien me lo pidiera en la calle.

Lo que me quitaba
Cuando era más joven, a cambio de todo eso el tabaco no me quitaba demasiado. Pero con taypico años que tengo ahora, mi adicción le daba a él mucho más que lo que de él recibía. Cuando uno es joven, puede fumar y no hacer deporte. Cuando uno no es tan joven, tiene que hacer deporte y dejar de fumar. Eso es lo sabio. Las otras dos veces que dejé de fumar, acabé recayendo, porque, al dejarlo, no notaba haber ganado gran cosa. Me limitaba a echar de menos el vicio.

Pero esta vez sí que he notado una ganancia, un gran cambio. Esta vez, dejarlo ha sido más que renuncia una ganancia palpable, clara, constante, directa que se puede definir como un PLUS DE ENERGÍA, un sobrepotencia que yo no sabía que tenía, pero que el simio al hombro, el muy ladino, me estaba quitando. 

Algunos siguen sin fumar porque se sienten más jóvenes, han perdido el miedo al cáncer o ahorran dinero.
Yo sigo sin fumar por ese PLUS que tiene muchas manifestaciones (la última es la refinitiva):

a) No me asfixio cuando subo las escaleras o le doy caña a la bici para no llegar tarde al curro.
b) Me levanto con más ánimo y energía, sin toses ni pitidos en la garganta, con el cuerpo más ágil y dispuesto al trabajo.
c) Siento mis venas más puras y azules y mis arterias más grandes y rojas al hacer deporte.
d) He sido bendecido con una tremenda, inesperada e inmediata mejora de la sexualidad. ¿O será la primavera?

viernes, 26 de abril de 2013

Síndrome de abstinencia

El síndrome de abstinencia es un mono espantosamente feo que he llevado al hombro durante cinco lustros. ¡Lo que chilló cuando lo tiré al suelo hace casi una luna! Cada vez que por no soportar sus chillidos estaba a punto de ceder a sus pretensiones, me paraba un momento, lo observaba y le decía: "Pero ¡qué feo eres, diantre! ¿Cómo te he podido alimentar de mi sangre y de mi aire durante tantos años". Y, contemplando su fealdad y con la ayuda de todos los ángeles, lograba vencer la tentación.

Por fortuna, como ya no se alimenta de mí, cada día que pasa, chilla menos y con menos fuerza, aunque tiene a veces sus ataques de furia.

Yo pensaba que anoche, con mis amigos poetas, el mono iba a ser muy persuasivo, que se iba a disfrazar de sedas, que me iba a clavar una aguja con opio para anular mi voluntad. Pero no pasó nada de eso: disfruté de la amistad y de la poesía por ellas mismas, sin mis humos de siempre; incluso celebré que mis amigos fumasen, porque para ellos la necesidad de fumar no es, como en mi caso, un feo mono al hombro, sino una compañera en la vida o una corona para los placeres. Y ahora me regodeo recordando mi fortaleza.

Este es mi tercer intento y, por vez primera, la sensación de libertad es mayor que la sensación de renuncia. Me siento como Robert De Niro en La misión cuando corta la cuerda que lo ataba a las armas penosamente arrastradas por la selva.

Hoy, por ejemplo, en la clase de bicicleta en el gimnasio,  ¡he rebasado por vez primera los quince quilómetros y con creces en cuarenta y cinco minutos! Antes nunca llegaba al catorce.

Tenían razón Sócrates y dos amigos míos: para dejar de fumar hace falta más el convencimiento de la razón que el látigo de la voluntad. Solo cuando estás convencidísimo de que vale realmente la pena dejarlo, encuentras los bemoles necesarios para hacerlo.

Es cierto que el mono sigue ahí, chillando, feo, aún muy gordo, histriónico. Dicen que nunca me va a abandonar del todo, pero lo prefiero ahí y no en mi hombro.

Chilla, mono, todo lo que quieras, pero un poco lejos de mí, donde no me alcance tu saliva.

martes, 23 de abril de 2013

Prueba de fuego para un reciente ex fumador

He dejado tres veces de fumar y las tres veces acabé recayendo en noches de alcohol y poesía. El alcohol hace que todo pierda su importancia y uno acaba pensando que no pasa nada por fumarse un pitillo. Y la poesía siempre la he asociado al pitillo, sobre todo si es con colegas de musa.

Yo me lo paso bomba con mis amigos poetas. Pero para un exfumador reciente ellos son ahora lo peor. Llevo fumando con ellos de noche y con alcohol desde que los conozco. Es para mí uno de los momentos más felices: coronar un poema con un pitillo. En el cielo habrá, estoy seguro, una tertulia de poetas donde podré fumar veinte cajetillas en totá, como dice Eresmicruz, en compañía de mis amigos poetas y de noche, bajo la luna. 

Y no sé qué demonios hacer:

a) No ir para no caer en la tentación
b) Ir para superar la tentación
c) Pedirles, antes de asistir, que aunque les suplique un pitillo no me lo den
d) Fumarme un pitillo con ellos. Tampoco es tan grave.

De todos modos, aunque parezca por esta entrada que estoy lampando por fumar, la verdad es que estoy la mar de contento. En otra entrada os diré por qué.

domingo, 21 de abril de 2013

Lo que no sale en nuestros periódicos. Lepanto e islamismo


El 11 de febrero, en Austria, pasó algo que los medios españoles no han publicado. Un musulmán se subió a la estatua de don Juan de Austria, vencedor de la batalla de Lepanto, y amenazó con cortarse el cuello si no retiraban la estatua, que él tachaba de fascista.

Esa estatua es lugar de peregrinación de cuantos recuerdan que los turcos estuvieron a las puertas de Viena y que en Lepanto los detuvieron los europeos. Pero a la vez la ensucian con cubos de pintura los izquierdistas radicales, los cuales aman la Cristiandad tanto como los musulmanes radicales.

Es una lástima que los europeos sean tan cagones y miedicas y reaccionen, normalmente, contentando a los radicales para que no los tachen a ellos de radicales.
Lepanto fue un combate grandioso como el de las Termópilas, pero, además, victorioso gracias al cual seguimos siendo europeos.

El islamismo radical no se combate con mieditis y cristianofobia, sino dejando bien claro, sin histrionismos, pero sin complejos, que en Europa se conmemoran las batallas que la hicieron bella y posible, y que a quienes vengan a Europa a vivir los invitamos también a celebrarlas.

La noticia viene en griego aquí

miércoles, 17 de abril de 2013

Trece días sin la señorita Nicotina


Llevo sin fumar trece días. No lo he dicho hasta ahora porque ya sabéis quienes me conocéis que ya he anunciado varias veces aquí mi renuncia al vicio y mi posterior derrota.

No he utilizado ninguno de los métodos anunciados en este cuaderno.

Tras una revisión médica, el médico me dijo: TIENES QUE DEJAR DE FUMAR. Así, con unas mayúsculas tremendas.

Entonces dejé de pensar “no debo fumar” para pensar “no puedo fumar” en el sentido de “no es posible fumar; es tan imposible como volar”.

Cuando me entra el mono, me digo: “Estaría bien fumar, sí; lo malo es que no se puede. También estará bien ir a Marte, pero no hay manera”.

Cuando este pensamiento falla porque en el fondo sí es posible fumar, recurro a este otro: “Sí, Jesús, sería posible, pero tú no puedes dar ni una calada, porque eres un adicto ya para siempre; no eres de esos que puede fumar de boda en boda; eres como los alcohólicos, que no pueden probar ni una gota de alcohol”.

Cuando este pensamiento falla, recurro a otro que consiste en fingir que no sé que la ansiedad que siento es por la nicotina, en fingir que no sé que estoy lampando por un pitillo. Entonces me digo: “No sé qué demonios me pasa; voy a darme una ducha relajante a ver si se me pasa, voy a leer poesía; voy a declamar a Homero; voy a hacer unas flexiones”.

Y así llevo trece días, sin la nicotina, más solo, pero más libre.

martes, 16 de abril de 2013

Princesas y palabrotas

Les he preguntado a mis alumnas si dicen palabrotas. Todas, menos una, dijeron que sí, pero que no las decían delante de los padres ni de los profesores.

-¿Y delante de los niños? -les pregunté.

Unas dijeron que no y otras que ni se lo habían planteado. Les expliqué que se lo preguntaba porque últimamente veía en el autobús chicas muy guapas (sin necesidad de mejorar lo presente, que es inmejorable) que soltaban por sus bocas pintaditas de carmín unas palabras muy feas y en voz muy alta.

Aunque sé que lo guay y lo moderno podría ser para algunos desdramatizar la palabrota y celebrar que las mujeres se hayan liberado de una supuesta mojigatería del lenguaje, yo defiendo ante mis alumnos que ni los caballeros ni las princesas como Dios manda sueltan sapos cuando y donde no deben, sino solo cuando se pillan el dedo con un martillo o, si acaso, cuando están de guasa con los buenos amigos y con dos copas de más. 

Pero, en los demás casos, pudiendo utilizar alguna de las miles y miles de palabras del idioma, ¿para qué escoger las que peor suenan? Calixto y Melibea no decían palabrotas. La dama Eowyn no blasfemó cuando asestó el golpe mortal al Nazgul.  Imitemos a los aristócratas en lo bueno y no a los plebeyos en lo malo.

Un taco bien dicho se dice pocas veces. Si se dice muchas veces, nunca está bien dicho.

jueves, 11 de abril de 2013

Yo nunca fui de esos

Todos en Alemania acabaron sabiendo qué pasaba con los judíos, pero preferían mirar para otro sitio, no querían conocer detalles.Cámara de gas, hambre, experimentos médicos, campos de concentración eran palabras que salían de muy pocas bocas. “No me hables de eso, qué horror” debía ser una frase habitual cuando alguien se atrevía a pronunciarlas.

Ahora nos parece increíble y cruel y enferma la pasividad de la gente ante tamaño horror.

Cuando dentro de cien años digan de nosotros que preferíamos mirar a otro lado y fingir que no sabíamos que cada año mueren en Europa cientos de miles de fetos asesinados en el vientre de sus madres; cuando digan que estábamos enfermos de egoísmo, que, como una especie enferma y desquiciada matábamos a nuestras crías antes de permitirles ver la luz y que la ley lo consideraba un derecho; cuando digan que preferíamos no conocer los métodos crueles y horribles que hay para sacar ese ser delicado e indefenso del vientre de la madre; cuando ocurra eso, ¡por favor!, que no me metan en el mismo saco, que sepan mis descendientes, si los tengo, que yo no era de esos, que yo no era de los que miraban para otro lado, sino que yo me horrorizaba y lo decía en público y asistía a las manifestaciones para defender al nasciturus, aunque algunos me llamaran fascista, ultramontano o incluso me retiraran la palabra. Yo jamás defendí que hicieran con los más inocentes el mal que no hicieron conmigo.

Aunque sea por una cuestión de orgullo, quiero que los míos lo sepan: yo nunca fui de esos.

lunes, 8 de abril de 2013

Los sentimientos en la sexualidad de los adolescentes


El miércoles a las 19:00 en el salón de actos de mi instituto, el IES. Martínez Montañés de Sevilla, en la calle Fernández de Ribera, presento un libro del escritor y doctor y compañero mío Carlos Romero titulado Los sentimientos en la sexualidad de los adolescentes.

¡Ah, si yo hubiera tenido ese libro cuando, adolescente perdido, me dijo mi mejor amigo que mi mejor amiga se le había declarado! Solo entonces supe que yo la quería con la desesperación de un catorceañero y, con ese libro, habría aprendido yo a dar sentido al necesario dolor del aprendizaje sentimental.

Lo mejor de ese libro es que las reflexiones del autor vienen a propósito de textos de adolescentes que confiesan sus penalidades y sus alegrías. Lo mejor de los adolescentes es que no ponen condiciones al amor. Para ellos el amor es una alegre locura a la que se entregan de corazón. No separan tan fácilmente como los adultos amor y sexo, porque a los dos les gusta estar muy juntitos.


sábado, 6 de abril de 2013

Consejo para escritores jóvenes: más verbos que sustantivos

Hay un vicio muy frecuente en ensayistas de poco estilo y escritores técnicos consistente en preferir la expresión nominal a la verbal, como si decir, por ejemplo, “La utilización de conceptualizaciones propias de la escuela marxista en el programa político de nuestro partido no implica la admisión de postulados marxistas en el partido” fuera más científico que decir simple y llanamente, como pide la preferencia del español por lo verbal, “En el partido utilizamos a veces términos marxistas, pero eso no significa que lo seamos”. 

Ese lenguaje nominal sin acción alguna refleja una mente poco dinámica que cree que lo serio y lo científico es hacer equivalencias o jerarquías entre conceptos expresados con sustantivos abstractos, cuando lo elegante, lo estilístico y lo real consiste más bien en lo contrario: en que los conceptos parezcan en el papel tan vivos como en la realidad las cosas que ellos representan.

Para conseguir eso nada mejor que poner el verbo, la acción, en el centro de la frase disponiendo y gobernando con manos de malabarista.

La expresión verbal está viva como el mundo y tiene más que decir que un nombre. El nombre de Dios, con ser el más grande, es poco para Él y por eso no se debía pronunciar. Es mejor referirse a Él mediante lo que hace.

lunes, 1 de abril de 2013

Esteroides e higiene íntima


Me ha ocurrido varias veces que algunos alumnos que me dieron la murga en clase luego me saludan con efusión por la calle, pasados los años. Una vez me encontré a uno de ellos. Seguía siendo tan bruto y noble como antes, pero más curtido.

-¡Maestro! –me dijo. Y me dio un abrazo.

Estaba trabajando en una empresa que lo tenía ocho horas diarias metido a no sé cuántos grados bajo cero en una cámara frigorífica. Con eso le daba para pagarse la moto y el móvil y para poder salir con la novia. Luego me contó sus muchas peripecias sexuales, hasta que dio con la novia, que era evangelista y quería llegar virgen al matrimonio, lo que él sobrellevaba como una cruz pesada, pero con amor.

Por último, me mostró con orgullo sus músculos de gimnasio. Al verlo tan musculoso, le dije que ya no hacía falta que siguiera haciendo crecer el músculo, que ya estaba bastante bien y lo animé a no tomar sustancias peligrosas para la hipertrofia. 

-Tranquilo, maestro -me explicó-, aquí tan bruto como usted me ve todavía tengo dos dedos de frente. Tengo un amigo que con los esteroides se ha puesto tan cachas, que ya no puede limpiarse el culo pasando la mano por detrás de la espalda, sino bajándola por debajo de los h.... ¡Tanto músculo para tener que limpiarse como una vieja!

Y feliz Pascua de Resurrección.

lunes, 25 de marzo de 2013

Qué es poesía


En “me abrazó” y “se abrazó a mí”, el sujeto realiza la misma acción, pero en el primer caso para dar protección y cariño y en el segundo para recibirlos.

Pasa lo mismo por fuera, pero no por dentro.

Gotas de poesía en el lenguaje común y que el poeta convierte en perfume.

Poesía es que pase por fuera lo que pasaba solo por dentro.

martes, 19 de marzo de 2013

Gratias tibi ago, pater


Mi padre, si hubiera tenido un hijo varón más, habría conseguido en tiempos pasados lo que se llamaba hidalguía de braguetazo, que se otorgaba a quien engendrara siete machos. Pero, en fin, no le hacía falta la hidalguía: la tenía de nacimiento.

Algo de esa elegancia principesca suya heredé yo un día en que, siendo púber, discutí con él a grito pelado acerca de no sé qué cuestión moral en la que yo creía tener toda la razón. Me porté como un inquisidorcito, con esa seguridad adolescentoide consistente en verlo todo en blanco y negro, sin grises ni matices. Aún me duelen las estupideces que le dije. 

Al día siguiente, yo seguía enfadado y sin razón. Y él, que la tenía toda, me dio un beso como todas las mañanas y, por añadidura, un abrazo.

Así aprendí a dejar de ser un inquisorcito.

Gracias, papá.

sábado, 16 de marzo de 2013

Carl Honoré

El próximo miércoles 20 de  marzo, en la librería Beta Imperial de calle Sierpes de Sevilla, presento el libro La lentitud como método, de Carl Honoré, un canadiense que ha publicado tambiénElogio de la lentitud, que ha sido toda una revelación y todo un éxito.

He disfrutado mucho leyendo ese libro y será para mí un placer presentarlo, porque tiene la cualidad de alumbrar desde muchos puntos de vista y con mil ejemplos prácticos algo que estaba oscuro, algo que sabíamos pero que en este mundo apresurado de consumir y tirar, de cliquear, del síndrome del pulgar, habíamos olvidado.

Buen fin de semana a todos.

lunes, 11 de marzo de 2013

Va por ti, E.

Hace unos diez años, me tocó impartir en tercero de ESO una asignatura sin nota a unos alumnos que no querían estudiar ni ná. Eran catorce chicos y una chica. Un día les dije que les enseñaría a comerse una naranja con cuchillo y tenedor. En mi desesperación, yo les explicaba que, si se comían una naranja como príncipes, se enamorarían de ellos no esas verduleras gritonas que mastican chicle con la boca abierta, sino auténticas princesas, las que en realidad ellos estaban buscando.

Quedamos en que ellos traerían los cubiertos y los platos y yo las naranjas. Pero al día siguiente, por vergüenza o desidia, ninguno trajo los cubiertos. Solo los trajo la única chica de la clase, E.. Era encantadora y educada, tenía síndrome de Dawn y era la única que me atendía. Le pedí que se viniese conmigo a la mesa del profesor y nos pusimos los dos a cortar cada uno su naranja con cuchillo y tenedor.

Era última hora y hacía hambre y las naranjas eran las mejores del mercado y perfumaron el aula y abrían el apetito. Los chicos nos miraban a E. y a mí con envidia. 

-Maestro, ¿nos da una naranja?-me rogaron.

-NO -les dije-, porque no os habéis traído los cubiertos. ¿A que está estupenda, E?

Y ella asentía, contenta de estar haciéndolo bien. Y lo hacía realmente bien. Se comió la naranja con una elegancia principesca que ya quisiera yo para mí, sin soltar ningún chigate, como decimos en Málaga. Mientras que yo no pude evitar que el jugo de la naranja me encharcara el plato, ella dejó el plato limpio como una patena y con las mondas a un lado. Le puse un diez y ella se puso tan contenta que sacó su diario y lo consignó todo en él con su letra grande y redonda y me pidió que se lo firmara.

Se lo llevó al corazón. Ah, todavía recuerdo su rostro feliz, inocente, alegre, y se me hace un nudo en la garganta.

Va por ti, E.. mi alumna favorita, niña de mis ojos, que Dios te siga guardando.

viernes, 8 de marzo de 2013

¿Lo castigo o no lo castigo?

Pillé ayer a varios alumnos fumando en los servicios de mi insti. Pero solo vi a uno claramente tirando la colilla. Le dije: "Te he visto fumando y te voy a poner un parte de amonestación". 

Normalmente, ante esta amenaza, los alumnos juran por sus padres y toda su parentela que es mentira. Pero este alumno me desarmó:

-Sí, profesor, es cierto. No lo puedo negar. Haga lo que considere oportuno.

Así que me debato entre:

a) No ponerle el parte y decirle que lo pasaré por alto en la esperanza de que, igual que ha sido noble al reconocer su error y estar dispuesto al castigo, sea también noble para mantener el compromiso de no fumar más en los servicios donde el humo molesta a los demás, entre los cuales hay muchos niños.

b) Ponerle el parte a pesar de todo, porque, si ve que no lo castigan a pesar de haber sido descubierto, volverá a fumar en los servicios.

c) Olvidarme del asunto.

Si alguien lee esto y tiene a bien darme un consejo, se lo agradecería infinito.

Por cierto, he adoptado un cardenal aquí, para quien quiera participar en el cónclave.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Lucha contra mis propios prejuicios


El otro día en un restaurante oí a dos matrimonios hablar. Ellas llevaban abrigo de visón y ellos hablaban de caza. Uno de ellos tenía un refugio en la montaña y le encantaba la caza del jabalí. 

Sentí un rechazo inconsciente hacia ellos. Los vi como pijos, aburguesados, asesinos de animales... y me di cuenta de hasta qué punto los prejuicios dominantes del pensamiento fácil y el ecofanatismo me habían invadido los tuétanos. 

Así que comencé a verlos con otros ojos. Y me di cuenta de que a mí también me encantaría tener un refugio en la montaña, matar un bisonte y vestir a una mujer con su piel, eso sí, sin que lleve ninguna otra cosa debajo.

Entonces entendí mejor a aquellos hombres. ¡Qué subida de testo debe ser eso de matar a una bestia para vestir con ella a tu dama!

domingo, 3 de marzo de 2013

Nel mezzo del cammin


La desventaja de esta edad mía, la de taypico, es que los achaques apuntan. Aún no te impiden los excesos, pero te lo cobran más caro.

Pero la ventaja es mayor: sé más que antes, puedo más, tengo más, quiero más y, lo mejor, es que soy el mismo que fue concebido por amor y con libertad, aquel día feliz en que mis padres obligaron a Dios a darme un alma inmortal y un ángel de la guarda para siempre, siempre, siempre.

martes, 26 de febrero de 2013


Este verano, por una cobardía que en mi fuero interno consideré prudencia para no sentirme desgraciado, no actué en cierto asunto como debía y aún me pesa en la conciencia. Así que he decidido ser más valiente. Yo pondré de mi parte todo lo que pueda y que Dios disponga.

Empecé el otro día, aunque no llegué al grado de homérico.

Iba por el carril bici el viernes por la tarde a la salida del curro cuando veo que viene frente a mí un tropel de niñatos gritones, uno de ellos en dirección contraria. Noté desde lejos que me desafiaba, que, aunque yo iba por mi carril, él no pensaba quitarse, que creía tener muchos conjoncilios. Así que hice lo que hago a veces: no aceptar el desafío y fingir que no me he dado cuenta. El truco está en no mirar a los ojos del desafiante, sino tener cara de indiferencia y seguridad ¡y en aguantar unos segundos más que él! Así que se tuvo que retirar y, para desquitarse, me gritó algo que, gracias a que no vocalizaba bien sino que farfullaba, no entendí bien.

¡Qué a gusto me sentí con aquello! Luego pensé que no había sido prudente, porque, si él no se hubiera retirado, nos habríamos dado un buen golpe y era de figurar que aquellos menores, con la impunidad que saben que tienen, me podrían haber linchado públicamente sin que ningún viandante hiciera nada por un tipo calvo como yo.

Pero no ocurrió eso y aquí estoy, tan feliz.

No sé si fue temeridad o valentía. En cualquier caso, el exceso de prudencia, o sea, la cobardía, siempre me ha parecido más fea que el exceso de valentía, o sea, la temeridad. Los excesos me gustan más que los defectos.

Pero creo que estoy aprendiendo una lección: los problemas que acarrea la valentía son, con mucho, preferibles a los que acarrea la cobardía.

jueves, 21 de febrero de 2013

Aforismos

1. El defecto mayor no es señalar los de otro, pero sí el más feo.

2. No saber que uno tiene una virtud no es la mayor virtud, pero sí la más bonita.

3. Escribir Dios con minúscula es, además de una falta de ortografía, escribirse uno mismo con mayúscula.

4. Lo único malo de la libertad de expresión es que también la tiene el bocazas.

5. Una obra de arte comprometido es artística por lo que tenga de bella, no por lo que tenga de comprometida.

6. Lo real no es lógico, pero nos lo acaba pareciendo.

7. El mejor jugador es el que quiere ganar, pero está dispuesto a perder.

8. Ni sumisión ni rebelión: libertad.

9. El poeta corrige y el peota no.

10. Los que más saben de sexo sin amor son los puteros y los violadores.

lunes, 18 de febrero de 2013

Mis poderes oníricos

Siempre hay un alumno que me dice: "Profe, anoche soñé con usted". Y dado que se atreve a decírmelo, es que el sueño se puede contar y, entonces, me lo cuenta y yo lo anoto en mi memoria, porque me interesa mucho lo que hago en los sueños de otros. En ellos estoy investido de una libertad y de unas capacidades que no tengo en la realidad, pero que suelen ser reveladoras de mi personalidad y de la del soñante y todo en una lógica distinta y misteriosa. Uno no es solo su cuerpo y su mente, sino también lo que en otros suscita. Y donde más suscita es en los sueños.

Lo que mis alumnos no saben es que, cuando aparezco en sus sueños, siempre dejo un mensaje en su subconsciente que no saben poner en pie, pero que ahí queda. Al alumno del tupé, mientras soñaba que yo era un profesor con alas, le dije: "Eres un buen chico, pero respondes muy mal a tu madre. Anda, dale un beso". A la alumna de ojos azules y acné, mientras soñaba que les enseñaba el intelectualismo moral de Sócrates, le chivé una pregunta del examen del día siguiente para que no me suspendiera otra vez. A los mellizos góticos que se sientan al final, mientras soñaban que hacíamos patinaje artístico, les aconsejé que se recortaran un poco el flequillo, porque tienen unos ojos muy bonitos y era una pena que el flequillo siempre les tapara uno. Y a la chica que siempre falta porque le ha salido un trabajo de cajera en el Mercadona, mientras soñaba que yo era un psicópata que mataba gente en un centro comercial, le revelé quién era el anónimo que le había enviado una rosa roja en san Valentín y, desde entonces, están saliendo.

Esta capacidad mía es mucho más que pedagogía onírica. Se trata de un don inmerecido que me ha concedido el Cielo y que pongo a vuestro servicio para lo que sea menester.

Ex corde,
Jesús Cotta Lobato


jueves, 14 de febrero de 2013

Frente a un espejo

Yo rompí con Dios una vez desnudo ante un espejo y con una botella de vino, en una casa de alquiler. La botella me la había regalado mi padre para celebrar cierto acontecimiento con mis amigos. Lo que él no sabía es que yo no tenía amigos por entonces.

Aquella noche decidí levantar mi Torre de Babel, mi autosuficiencia, mi non serviam, buscar al superhombre, mi “yo me salvo solito”, mi “soy puro”.

Y comencé a beber para celebrarlo. Y qué poderoso me sentía. Me reía con la despreocupación de los dioses. Pero entonces el vino, como el poder, se me subió a la cabeza y caí al suelo en redondo, como un Colosito de Rodas.

Y allí entre mis vómitos me puse a llorar de vergüenza y, luego, a rezar. 

Había conocido la parte más fea de mí mismo.

domingo, 10 de febrero de 2013

Acepte usted mis disculpas, señora

Una vez participé como miembro de una mesa en un debate ante muchas personas. Mis argumentos chocaron sobre todo con los de una contertulia que sostenía la tesis contraria y que consideraba radicales los míos, lo que me escoció bastante.

Me escandalicé cuando se atrevió a dar a un joven del público un consejo que consideré descabellado y salí de allí pensando que la radical era ella, no yo.

Cuatro años después, me la encontré en un entierro al que habíamos asistido para acompañar a un conocido común. Me saludó gentilmente, con un par de besos, y me dijo que había comprado mi novela Las vírgenes prudentes y que le habían encantado las mujeres de la novela. Me habló de ellas y me felicitó.

Sus amables palabras fueron para mí una cura de humildad, una lección moral, una purificación. Yo, que ando siempre por ahí diciendo que no hay que rechazar a nadie por lo que piensa, sino por lo que hace, comprendí que en mi fuero interno yo la había rechazado a ella toda por su manera de pensar y que había incurrido de lleno en ese error que tanto denuncio. Desde luego, yo nunca habría leído un libro de una persona que, como ella, sostuviera argumentos que yo consideraba perniciosos.

Y he aquí que ella hace justo lo contrario: se gasta el dinero en una novela de un autor casi desconocido y antípoda de ella y ¡me lo agradece!

El radical era yo, en efecto, no ella.

Acepte usted mis más sinceras disculpas, señora.

Ex corde, Jesús Cotta

jueves, 7 de febrero de 2013

Varia


1. En las pelis siempre llueve cuando el prota asiste a un funeral o sufre una ruptura amorosa, porque así parece que toda la naturaleza llora con él.

2. Me encantan las abuelas que se quedan dormidas toda la peli y al final preguntan: “¿S’han casao?”

3. Yo creía que aburrimiento y nerviosismo eran dos sensaciones incompatibles, hasta que el otro día tuve que pasarme una hora hablando de tópicos y estupideces con alguien cuya conversación no me interesaba lo más mínimo, pero con quien estaba obligado a estar. Os aseguro que fue una hora de mucho aburrimiento y de crispación nerviosa. Seguramente a él le pasaba lo mismo.

4. El otro día una buena cocinera me invitó a comer mejillones a la belga. Y yo entendí mejillones a la verga.

5. El alumno de un hermano mío escribió en un examen que Nosequién era “de hernia gitana”.

6. Aprendí que tenía que afeitarme todos los días el día en que en Linares, cuando iba al trabajo, la policía nos detuvo a mi compañera hippy de piso y a mí porque nos parecíamos a unos terroristas. Nos llevaron en su furgón al insti para comprobarlo.

domingo, 3 de febrero de 2013

A los curas


El otro día coincidí en un piscolabis con un cura joven. Me pareció la persona más interesante de la reunión, así que entablé conversación con él.

Los curas son siempre personas muy interesantes. Saben del alma humana más que un séquito de psicólogos y conocen a fondo el tesoro de sabiduría y belleza acumuladas durante dos milenios por el cristianismo. Como además viven en un mundo que ya no los entiende y que incluso los desprecia, suelen ver el mundo con más lejanía que nosotros, lo que los dota de una perspectiva distinta.

El caso es que hablé con él de todo lo que yo amaba, de todo lo que me angustiaba, de todo lo que no le cuento a nadie, de lo que no me atrevo a contar en este cuaderno. Y entonces me dijo que una de las cosas que más le gustaba de ser cura es que en seguida puede hablar con cualquier persona de temas interesantes a un nivel profundo.

-Piensa –me dijo- que, si yo no fuera cura y entabláramos conversación en este piscolabis, habríamos hablado probablemente de trivialidades.

Entendí entonces por qué los curas, sobre todo ahora que el mundo no te invita a ser cura y que es cura solo quien tiene vocación, tienen ese don de consolar, de reconfortar, de dar el consejo adecuado.

Me lo demostró el otro día una alumna mía que ha dado a luz a pesar de la presión de todo el mundo para que abortara. Yo les decía a mis alumnos que, en caso de poner un cuernecillo, no había que contárselo a la novia o el novio, sino, en todo caso, desahogarse con el diario o con un buen amigo o con un psicólogo. Y entonces ella  me dijo: “Mejor a un cura”.

Gracias, curas del mundo, por estar ahí cuando nací, cuando estoy triste, alegre o arrepentido y cuando me esté muriendo.

miércoles, 30 de enero de 2013

Aforismos antifascistas y aforismos antimarxistas

AFORISMOS ANTIFASCISTAS
1. Cada hombre, un voto, venga de quien y de donde venga. Cada voto vale igual.  Lo demás es fascismo. 
2. Lo valioso no es ser correligionario o del mismo país, sino hombre.
3. La grandeza de un país no está en su armamento, sino en la calidad moral de su gente. 
4. La patria no es un destino ni un ente superior, sino una sana identidad cultural. 
5. Si nadie vota tu propuesta, no te hagas fascista: preséntala mejor. 

AFORISMOS ANTIMARXISTAS 
6. La religión no es un opio, sino aquello en lo que el marxismo aspira a convertirse. 
7. No hay clases sociales, sino gente más o menos rica que hace con su dinero lo que quiere y puede.
8. Solo se empeña en hacernos a todos iguales quien no cree que seamos valiosos como somos. 
9.-Matar para abolir la propiedad privada no es menos malo que matar para protegerla. 
10. Lo justo no es que no haya propiedad privada, sino que todos la tengan.

Nota: el corrector del ordenador me señala como correcto el término "antifascista" y como incorrecto el término "antimarxista". 

lunes, 28 de enero de 2013

Ser padre te hace rehén

Ser padre te hace rehén del destino de tus hijos, te obliga a revisar todas tus ideas. A lo mejor uno se ha pasado la vida criticando a la gente delicada para comer y te toca una hija delicada para comer. A lo mejor un profesor se pasa el día ridiculizando a los alumnos vagos y ahora le toca un hijo vago. Y no solo eso. Además, tener hijos te vuelve más conservador en algunos aspectos. A uno le da igual si en el piso de al lado hay una secta o si el portero vende marihuana, pero si tiene hijos, empieza a preguntar si los de la secta tienen permiso para estar allí y si al portero hay que renovarle el contrato.


Cosas que antes decías y ya no puedes decir:

-Jamás pisaré un McDonald

-En mi casa no consumimos, por principio, nada que tenga azúcar

-Si no me paso dos horas en el gimnasio al día, estoy de mal humor

-Yo tengo que comer tranquilo y en silencio, sin sobresaltos. Si no, hago mal la digestión

-La siesta es sagrada. Si alguien me la interrumpe, le retiro la palabra

jueves, 24 de enero de 2013

Método esquizofrénico para dejar de fumar


Consiste en ser fumador solo cinco minutos al día, lo que dura un solo cigarro.

Durante 23’55 horas al día uno es el doctor Jeckyll, todo bueno y sano, un ejemplo para todo el mundo. Al doctor le entran durante esas horas unas tentaciones horribles de ser malo, pero se dice: “Tranquilo, ya te llegará el momento del desquite”. Y entonces, por la noche, cuando todos duermen y sueñan con los angelitos, el doctor se toma una pócima y le salen pelos en la espalda y pone cara de malo, porque se ha convertido en Mister Hyde. Enciende un pitillo con risa malvada y se lo fuma con todas las de la ley, mientras se dice: “Je, je, qué gusto da ser malo”. Cuando lo acaba, de pronto vuelve a tener cada de bueno, se lava los dientes y ya ni se ha acuerda de lo que ha ocurrido. Y así hasta el día siguiente.

Esta esquizofrenia tiene la ventaja de que, si uno la incorpora a su rutina, tiene las ventajas del no fumador, pero el placer del fumador. Lo sabio no es beber hasta emborracharse, sino saborear una copa de vino. No por beber más va uno a disfrutar más. Al contrario. Con el tabaco, igual.

Eso sí, lo malo es que uno no se libra de la adicción.

¿No ayunó Cristo cuarenta días y cuarenta noches? ¿No vas a ser tú capaz esta cuaresma de fumarte uno al día?

El sacrificio que te suponga estar 23’55 minutos limpio de humos lo puedes poner en el altar para que el hacedor de estrellas lo devuelva, convertido en salud, dinero y amor, a quien más lo necesite, a quien tú quieres que le llegue.

Si alguien se anima a la operación de UNO AL DÍA EN CUARESMA, que me lo diga. Así me sentiré más acompañado.

lunes, 21 de enero de 2013

El asqueroso anuncio de Cuétara Flakes

Las empresas españolas suelen cultivar el feísmo en sus anuncios más que las extranjeras.

Comparad, si no, los anuncios de Coca-cola con estos de Cuétara, un anuncio asqueroso para niños que les enseña a tirarse pedos y a comer como un cerdo y a romper con cara de estúpidos y de mala leche al Ken de la Barby.

Sé que sólo es publicidad, pero es para los niños.

Como Cuétara tiene libertad para hacer anuncios puercos, yo también la tengo para criticarla.

Desde luego en mi casa no entrará ningún producto de Cuétara. E intentaré convencer a mis casi dos docenas de sobrinos, a mis tíos, a mis amigos y a mis cientos de alumnos para que no prueben un producto de Cuétara mientras sigan tratando a los niños como puercos, mientras saquen un monstruo nauseabundo enseñando el asqueroso culo.

Una cosa es ser atrevidos y originales y otra distinta y más fea es hacer el guarro para llamar la atención.

jueves, 17 de enero de 2013

De mi muerte

Me impresionó un documental en el que una mona no hacía más que acunar a su cría muerta, sin comprender qué pasaba. Los otros monos, a su manera, intentaban consolarla, pero ella no se apartaba de su cría.

Me pregunté qué pensarían los primeros hombres en sus primeros chispazos de inteligencia cuando veían que el novio, la hija, la madre se les había muerto, que aquel cuerpo antes gracioso y vital era ahora una cosa muerta. ¿Dónde se había ido la persona?

No me consuela pensar que quedo en la memoria de mis deudos, porque esa memoria ya no soy yo. Tampoco me consuela alcanzar la fama, porque, además de difícil, esa fama no es nada ni nadie. Tampoco me consuela pensar que mi alma espiritual vagará en el mundo de las Ideas eternas y perfectas, porque a mí me gustan mucho los cuerpos. Lo que yo quiero es lo que promete el cristianismo con su Dios de vivos y no de muertos.

Sin embargo, muchos días me agobia, me aplasta la idea, casi la certeza, de que no somos más que átomos y vacío y miedo a la muerte, un resultado evolutivo con la  mala pata de que la inteligencia nos hace conscientes del tremendo final que nos espera: la nada eterna y absoluta. Me parece terrible engendrar hijos para una vida fugaz y una muerte eterna. Esa oscura perspectiva ensombrece mi vida. Hay gente a la que le importa un pimiento esa cuestión. Pero para mí esa es la Cuestión: ¿soy una criatura privilegiada y amada por el Autor de las Estrellas y por quien se baten los ángeles contra los demonios o soy solo un simio evolucionadito que no se resigna a la idea de la nada definitiva?

Aún recuerdo cómo un ser querido me decía en su lecho de muerte, angustiado, que tenía dudas, que no sabía si habría un más allá luminoso y yo le dije entre lágrimas que sí, que había un ángel muy bello en la cabecera de la cama diciéndome que Dios estaba deseando estrecharlo en sus brazos.

¡Por favor, que alguien me lo diga a mí cuando me esté muriendo!