lunes, 30 de mayo de 2011

Mis alumnos de griego os regalan más palabras

1. Macrobio: microbio gigantesco de mil pares de narices, ameba amorfa y descomunal que no cabe en la probeta.

2. Macrobiobyte: virus informático que ocupa toda la pantalla, el muy puñetero.

3. Pordomancia: adivinación a través de las ventosidades. “A ver, déjame que adivine: has comido alubias”.

4. Tristífugo: que aleja la tristeza. "Estoy en una fase de mi vida en que solo puedo leer poesía tristífuga".

5. Papirodactilotomía: cortarse el dedito con el filo del papel. “Ayer casi me desmayo por culpa de una papirodactilotomía”.

6. Biblióbolo: lanzador de libros. “Señor director, acuda a la clase de tercero de eso, que están practicando la bibliobolia”.

7. Osteoteca: saco de huesos. “La novia de Popeye es una osteoteca”.

8. Megalogamia: casarse a lo grande, en la basílica de la Macarena o en la catedral, y presidiendo el cardenal y no un curilla cualquiera.

9. Cefalofagia: comerle el coco a la gente.

10. Hoplofonía: sonido de las armas. Vg.: A mí me encanta la hoplofonía de la guerra de las galaxias.

sábado, 28 de mayo de 2011

El sueño más triste

Yo en sueños he sido abogado y me sabía las leyes al dedillo. He sido guerrero y he matado monstruos. He sido perseguidor y perseguido. He sido también torero. Y compañero de cama de muchas personas que no lo saben o que no existen. Y he montado motos, caballos y dragones. Y, siempre en septiembre, he sido profesor buscando en los pasillos de un instituto un aula, unos alumnos o unos apuntes que nunca encuentro.

Pero de todas las cosas que en sueños he sido ninguna me oprime tanto como aquella vez que yo era tan solo un hombre desnudo que llevaba a hombros el cadáver de mi padre, anciano, recién devorado por la metástasis, tibio aún y pesado como el mundo, por una ciudad oscura, desierta y sucia, en un amanecer que nunca acababa de romper del todo y que me llenaba el corazón de tristeza, de soledad, de desamparo, de orfandad para siempre.

Cada vez que el recuerdo de este sueño me angustia, tengo que volver a mirar la fotografía de mi padre cuando era soldado, joven, fuerte, guapo, de rasgos finos, de rizos negros y recios, el hombre del que mi madre aún sigue enamorada. Desde esa foto me sonríe, sin saber que yo iba a existir gracias a él años después.

Así de guapos y jóvenes nos esperan nuestros padres allí arriba a los que ya somos huérfanos.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Jabón Estelar

Con un viejo termo eléctrico y una turbina, David ha elaborado una máquina de hacer jabón.

Allí vierte sosa cáustica y aceite usado y la máquina lo convierte en jabón de lavar ropa. ¡Y qué gusto da ponerse la ropa lavada con ese jabón! Es como ir desnudo y espolvoreado de polen.

Pero la especialidad de la casa es el Jabón Estelar.

Con aceite virgen de las aceitunas de su finca, pétalos de flores escogidas por sus hijos, esencias pasadas por el manto de la Virgen y bendecidas por el padre Luis, David ordena a la máquina batir el mejunje y luego lo vierte en una caja de madera noble y labrada por él y lo deja al relente toda la noche.

Entonces las estrellas escancian sus chiribitas, sus minicometas incendiarios, sus tornasoles, sus querubes y sus caballitos siderales y un toque de los anillos de Saturno, en fin, todo lo que recibieron, cuando eran aún barro, Adán y Eva en el Edén. Y todo eso le viene muy bien al jabón.

Y al amanecer, David lo corta con un machete y guarda las pastillas en bolsas de tela y las reparte generoso.

Las niñas que se lavan con ese jabón son más bonitas y más listas; y los niños, más fuertes y avispados; los muchachos se hacen poetas; las muchachas, pintoras; y ha habido mujeres que, acariciadas por ese jabón, se han quedado por fin, como deseaban, embarazadas en largas noches de amor con sus maridos.

Gracias, David, por el Jabón.

lunes, 23 de mayo de 2011

Mr. Patrick

Hoy vi a Patricio atareado entre coches y, con mi habitual paso rápido, pasé de largo. Pero llevaba cien metros andados cuando no pude resistir y miré hacia atrás y allá a lo lejos Patricio me hacía señales para que me detuviera. Y acudió corriendo a mí.

Yo creo que tenía miedo de que yo hubiera intentado darle esquinazo. Y me saludó con más intensidad que nunca. Le pregunté si pudo pagar el alquiler y me dijo que sí y, esta vez en español, me dijo: "Dios bendica a ti".

Y, como me aconsejó Dyhego, le compré un rosario, uno solo, y no dos o cuatro como antes. Y a él le pareció muy bien.

Yo creo que Patricio no me engañó. Me pidió el dinero porque lo necesitaba y no tenía a quien acudir.

Gracias a todos por vuestros consejos.

viernes, 20 de mayo de 2011

Cuando sueñan contigo

C. es simpatía y bondad por los cuatro costados y, por fortuna, compañera mía de trabajo. Esta mañana, en cuanto me ha visto, me ha dicho riéndose y mirándome a los ojos:

-¡Jesús, he soñado contigo esta noche! Te vi en medio de un lago maravilloso y azul, sentado en una barca, con una camisa blanca. Y te pregunté qué hacías y tú me respondiste: "Meditando. Meditando".

De todas las cosas que hice ayer, la que más me ha gustado es estar meditando en los lagos de C..

¡Y ahora tengo unas ganas tremendas de saber qué cosas hago yo en los sueños de los demás, porque ese Cotta onírico y libre también soy yo y no lo puedo conocer a no ser que otros me lo revelen!

¿No os morís de ganas por saber qué andáis ahora mismito haciendo en los sueños de los demás? Se podría escribir con esas historias una nueva, definitiva y verdadera autobiografía. Y hoy, gracias a C., voy a comenzar la mía.

(Respecto a Patricio, me temo que, si no ha huido, hasta el lunes no lo veré. Ya os contaré)

martes, 17 de mayo de 2011

¿Cómo debo actuar con Patricio?

Esta mañana, Patricio, el negro del semáforo, me ha dicho, mirándome a los ojos y un poco avergonzado:

-Mr. Asús, yo tener pequeñito problema. Yo no tener dinero pagar cama. Si no pagar cama, calle.
-¿Y has ido a Cáritas?
-Yo ir Carita y after cama ayuntamiento no. Pero I live in apartamento with tres y I need 50 euros. Si no, no cama.

Y yo, que me había acomodado a mi Patricio amable, que me vendía rosarios de madera y me preguntaba por la familia y yo le dejaba una buena propina y él me despedía con un  God bless you, brother; yo, que siempre he considerado egoístas a los que claman justicia social y luego no se rascan el bolsillo por el que está al lado y encima tienen el descaro de decir que no dan limosna por la dignidad del que pide; yo, en fin, lamenté que Patricio me pidiera dinero y no siguiera siendo el negrito simpático que no me da problemas.

El caso es que le he dado el dinero, sin pensar demasiado, sin indagar hasta qué punto esa necesidad era tan real y perentoria como me decía.

Ahora mi relación con él es distinta. Ahora no soy un cliente, sino un benefactor fácil para él. Me temo que he actuado impulsivamente y que tenía que haberle dicho que, si quería cincuenta euros, me vendiera muchos rosarios, porque así seguiría siendo su cliente, y no, como ahora, una persona con miedo a que la gente la agobie con sus problemas(lo siento, soy así de mezquino).

Y, mañana, cuando me lo encuentre, no sé cómo actuar. ¿Lo esquivo para no sentirme más obligado con él? ¿Lo saludo como siempre pero no le compro rosarios hasta finales de junio para que comprenda que esos cincuenta euros valen por los rosarios de dos meses? ¿Y si me pide más dinero? ¿Hasta dónde debo ser generoso? ¿Le digo que vaya a Cáritas, a la que pago una suscripción mensual, y así me quito quebraderos de cabeza?

En fin, que estoy hecho un lío.

lunes, 16 de mayo de 2011

Momentos en que dan ganas de ser malo

1.Estás en un soporífero claustro de profesores y entonces te subes a la mesa y haces un estriptís y le tiras la camisa a la profesora más mustia, el pantalón lo cuelgas del cuadro del rey y los calzoncillos los recoge en el aire el soltero más guay.

2. Estás hablando con un cliente tiquismiquis, susceptible y prepotente y, entonces, con una sonrisa en la boca, le dices: "Usted es un perfecto gilipollas. Váyase al carajo, hijo de puta."

3. Alguien, muy políticamente correcto, te dice que todas las opiniones son igualmente válidas y entonces tú le dices que esa en concreto que él dice no vale un pimiento.

4. En tu trabajo hay una persona muy presumida y, a la vez, muy regular. Un día, muy preocupado y solidario, le dices que tiene muy mala cara, que algo le pasa, que vaya al médico.

5. Cuando te hacen una pregunta indiscreta, responde lo que más envidia le dé a la gente. Al "cuánto ganas", responde que seis mil euros al mes, entre comisiones y dietas. Al "con quién vives", responde que con dos suecas o dos brasileiros y que formáis un trío.

sábado, 14 de mayo de 2011

Consejos para las chicas que buscan chico

1. No le entregues tu corazón a un chico que te diga: No te pongas esa falda, no te pintes los labios, no hables con otros chicos, no tal y cual... Ese chico no te quiere.

2. Sí, ya sé que te gustan los chicos malos, los que tratan a las chicas con la punta del pie. Quizá te parezcan más viriles, pero no seas tonta. Los chicos buenos son mejores compañeros y en la cama no te dejan a medias. Y, lo más importante, no soportan a los tipos que te tratan mal.

3. Tú vales muchas flores y muchos poemas. Que gozarte les cueste un poco de estrategia, simpatía y seducción. Si te entregas a la primera, no invertirán en ti tiempo, energía, inteligencia, sino sólo sus cómodos espermatozoides. Si eso te parece bien, ¿no sería más inteligente cobrar al menos un poco de dinero?

4. No seas una chica fácil, pero tampoco difícil. Sé sencillamente lista para escoger bien y, una vez que escojas, hazlo feliz sin atosigarlo. Muchas te lo querrán quitar, pero tú no te enfrentes a ellas. Que sea él quien las espante. Si esa táctica no funciona, escoge a otro mejor.

5. ¿Que te ha dejado embarazada y te ha dicho que él te acompaña a abortar en vez de alegrarse de tener un hijo contigo? Ese no te quiere. Mándalo a la mierda.

6. No lo apartes de sus amigos. Para él, relacionarse con hombres es casi tan importante como tener novia. No te conviertas en una persona molesta y pejigueras y aguafiestas y posesiva a la que no le gusta lo que él era antes de conocerte.

7. Igual que tú no soportas a un hombre mentiroso y cobarde, él no soporta a una mujer murmuradora, cotilla, enredadora y criticona.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Poeta

¿Cómo puede suscitar tantas pasiones, tantas lágrimas, tantos entusiasmos, envidias, zancadillas, duelos y celebraciones la poesía, si no da dinero ni fama, si nos lee poquita gente, si nos ocupa el corazón, la cabeza y el tiempo como una amante posesiva e ingrata, si nos aísla del mundo, del amor, de la amistad, si, en fin, uno no arregla el mundo aunque se pase encerrado un año en una torre porque tiene que acabar no sé qué gran poema vital que no cambiará ni un solo átomo en el universo?

Y luego de toda una vida dedicada a ella, los críticos llegan y dicen: no dio la talla, no evolucionó su estilo, quiso ser el primero de su generación y no lo consiguió, aspiraba a ser el Dante de la poesía española y se quedó en imitador barato de Papini, este poeta no ha dado aún lo que tiene que dar, este poeta aspira a mucho y consigue poco...

¿Qué quedará de ti, poeta, después de vivir para ella? Si acaso, un poema o dos, que serán recordados entre los cientos que escribiste, y quizá ni esos, porque cuantos más poetas va habiendo en la historia, con tantos más versos tendrán que competir los tuyos.

Y puede que ni ese consuelo te depare el tiempo, porque es difícil que, a pesar de todos tus esfuerzos, a pesar de ser poeta hasta la médula y pensar en poesía, llegues al alto lecho de la fama y seas un Novalis o un Cavafis, y en el casi imposible caso de que lo fueras, tu obra podría pasarse siglos despreciada y cubierta de polvo, porque es muy probable que las generaciones futuras no valoren precisamente el tipo de poesía que tú escribiste, como le pasó durante siglos a nuestro Góngora. No siempre pone el tiempo las cosas en su sitio. Durante siglos seguidos y quizá para siempre las generaciones futuras pueden despreciar escuelas y épocas enteras de poesía, hasta que estas acumulan tanto polvo en el olvido, que a fuerza de no ser leídas de nadie, desaparecen en la noche de los tiempos.

Y, a pesar de todo, ahí sigues emborronando versos, poeta, amante incondicional de la belleza, forjador de astros que iluminen esta oscuridad, domador de fieras palabras, héroe de la soledad.

lunes, 9 de mayo de 2011

Buscando al matador de dragones que llevo dentro

Lolo me dice que los gimnasios son lugares de hormona y narcisismo; un alumno mío, que hacer pesas es de presos; y  José María Jurado, que no compensa sufrir la gota gorda en un gimnasio si tu objetivo es tan solo sacar musculito para lucirte en la playa y ante el espejo; que ese es un fin fatuo y solo compensa sufrir en el gimnasio si eres matador de toros o de dragones, un rescatador de doncellas, un samurái.

La verdad es que yo voy mucho a la piscina y subo poco a la sala de máquinas, porque me siento un poco ridículo haciendo un esfuerzo que no genera electricidad ni corta madera ni le lleva comida a los pobres, sino que solo revierte en el hinchamiento de mis musculitos. Pero si alguna vez me animo a subir, será para consagrar ese sufrimiento no a mi fatuidad, sino a algo más importante que yo mismo. No voy a convertirme en torero ni me voy a hacer el seppuku como Mishima. Mi objetivo es ejercitarme hasta que pueda levantar de la silla de ruedas a un enfermo para dejarlo en la cama sin que me tiemble el pulso y poder alzar a una mujer por la cintura, con toda la gracia que ella merece, para que esté un poco más cerca de las estrellas y, luego, de mí.

Por esas dos cosas la sala de máquinas tiene más sentido.

viernes, 6 de mayo de 2011

¿He pecado?

Amigos,  necesito vuestro veredicto. He tenido una flaqueza. Ayer por la noche, después de una cena entre amigos poetas y poetas amigos, en la terraza de un bar, le pedí un cigarro al autor de La vida al filo de la espada. Estuve aguantando las ganas toda la tarde, pero eran las dos de la madrugada y yo tenía una copa de whisky en las manos y estaba hablando de poesía y confidencias. Pero no me tragué el humo, sino que tuve el cigarro en la mano y el humo no entró en mis pulmones. Luego lo apagué y me quedé tranquilo porque no había entrado la nicotina en mi cuerpo. Pero ahora me pregunto si, en verdad, no estuve jugando con fuego y metí la pata hasta el corvejón, porque ahora estoy más cerca de caer que ayer. En fin, que necesito vuestro consejo y veredicto si lo tenéis a bien.

miércoles, 4 de mayo de 2011

En torno al fuego

Yo rodé con unos amigos por una ladera verde e interminable, una primavera. La falda de la montaña era blanda como una cama. La naturaleza nos ofrecía la parte más fresca y amable de su seno.

Ese mismo día alborotamos el río y nos comimos entre todos una sandía gigante. Desparramados como faunos en la linfa, nos bastaba alzar un poco la mano para comer las uvas que pendían de parras medio silvestres.

Por la noche, después de la cena, cantamos alrededor del fuego y entonces nos sobrevino una especie de locura.

Ahora entiendo por qué las tribus danzaban en torno al fuego. Nos recuerdo a todos eufóricos, a voz en grito, coreando canciones y agarrados de la mano, saltando por las llamas y gritando a las estrellas.

No recuerdo ni una sola de las canciones, pero sí que fue una locura larga y amable, una fraternidad, una comunión con las estrellas allí arriba.

Debe haber en nosotros algo atávico, algo de la época en que los ángeles creaban las estrellas lanzando bolas de fuego, algo preanimal que nos hacía en aquel momento inmortales y dichosos.

Esta noche quedáis todos convocados al fuego en la orilla del río. Allí reiremos, cantaremos y bailaremos.

Lo pasaremos bien.

domingo, 1 de mayo de 2011

Aforismos XXIX

1. Ser hombre consiste en no saber vivir nuestra naturaleza con naturalidad.
2. Tener al perro en casa y al padre en un asilo: eso es el pecado.
3. Los derechos no se crean ni se destruyen. Se tienen o no se tienen.
4. Lema del existencialismo: no sabemos qué somos; sólo sabemos que somos.
5. La función del Estado no es dirigir la vida de la gente, sino impedir que la gente dirija la vida de la gente
6. Morir, que es lo feo, es inevitable, pero nacer, que es lo bonito, no. Deja, pues, nacer.
7. Si alguien te cae mal, el problema es tuyo
8. Sin afecto no hay erotismo, sino obscenidad
9. Quizá no seamos libres, pero eso importa poco, porque nos comportamos como si lo fuéramos.
10. Si el hombre hubiese sido diseñado por el hombre, sería un monstruo.

Por cierto, ¿no es absurdo que sea festivo el día del trabajo, que es una maldición, mientras que para el de la madre, que es una bendición, elijan un domingo? Propongo que el trabajo no se celebre y la maternidad sí.