viernes, 29 de enero de 2010

A todos los odiadores

Un día vi salir a unos tunos de una casa particular a las siete de la mañana, con cara de felicidad. Al verlos salir, el taxista me dijo:
-No puedo soportarlos.
-¿Los conoce usted? -le pregunté.
-No, pero no los puedo soportar -insistió.
La verdad es que los tunos tenían cara de haber follado mucho y bien durante toda la noche y por eso tanta gente, normalmente los pringaos, no los soporta. ¡Qué fea es la envidia!

Amigos, yo sé que algunos de vosotros sufrís en silencio o habéis sufrido alguna vez a estos odiadores que dedican energía y tiempo a odiar cosas y personas que nunca les han hecho nada. Hay, por ejemplo, algunos dedicados en cuerpo y alma a odiar el baile regional de la jota o de la sevillana. Otros ven la bandera española y echan espumarajos. Y yo he oído a muchos desear, con los ojos fuera de órbita, la muerte de todos los toreros. En Bitacoria también hay odiadores que rezuman bilis porque no soportan a bitacoreros que hablan con gracia y frescura.

Es la de odiador una profesión muy ingrata y dura. Aún se estudia si la úlcera, los gases y la impotencia son su causa o bien su efecto.

Ojalá descubran el cialis o el viagra y así puedan soltar su mala leche en otro sitio.

jueves, 28 de enero de 2010

Heaven, sky y John Lennon

Oyendo el otro día el Imagine de Lennon me di cuenta de que, si la canción insiste en algo, es en que no haya religión.
Imagine there´s no heaven... above us only sky.... There´s no religion too...
Lo que no entiendo es cómo la gente, imaginándose todo eso mientras oye la canción, es capaz de encender el mechero y flipar de emoción ante el panorama. A mí un mundo con only sky y sin heaven me huele mal: los efluvios animales de la humanidad circularían sin fin por la atmósfera mientras nosotros los respiramos sin remedio generación tras generación.
¡Por Dios! ¡Un poco de aire fresquito! Dios es, como dijo Nosequién, lo más alejado de lo soez, la aspiración más alta, la certeza de que al final triunfará el bien y de que el dolor no ha sido en vano.
¿Por qué esa manía de Lennon de arrebatarnos esa esperanza? ¿Quién fue el aguafiestas que dijo que en una sociedad anarquista Dios no es recomendable?

miércoles, 27 de enero de 2010

Las cosquillas

Tenía yo once años cuando mi padre me llevó al médico por unas fiebres. La doctora me mandó recostarme en una camilla para palparme el vientre, pero sus dedos me hacían tantas cosquillas, que yo estallaba en carcajadas sin poder evitarlo. La doctora se enfadaba porque, al tensar la piel de tanta risa, no podía palparme las vísceras y yo le rogaba al Cielo todo y, por si acaso, también a los dioses griegos que me quitaran las cosquillas, pero en cuanto sentía aquellos dedos sobre mí, volvía a reírme. Lo peor es que la doctora se enfadaba y me amenazaba con dejarme enfermito para siempre y mi padre tampoco podía evitar la risa nerviosa y se tenía que esconder detrás del biombo.
Tras muchas tentativas, la doctora sentenció con muy malas pulgas:
-Hepatitis.
Y yo me pregunto qué explicación dan los evolucionistas a las cosquillas. ¿Cumplen alguna función? ¿Se mantienen por alguna rentabilidad? Son divertidas, pero también pueden ser mortales. ¿O no os enterasteis de la noticia de un yerno que ató a su suegra a una silla y le hizo cosquillas hasta que le dio un ataque al corazón?
Yo creo que, cuando Dios hizo el Adán de barro, se echó una siestecilla antes de insuflarle el vital aliento y entonces algún ángel juguetón le puso en las costillas unas chiribitas nerviosas que son las culpables de tanta cosquilla. ¿Para qué? Para que, aun cuando estemos muertos de tristeza, siempre haya un motivo para reír, aunque sea una risa inevitable, sin nada que ver con la inteligencia.

martes, 26 de enero de 2010

Compañías de seguros

A la hora de la siesta me suelen llamar bancos y compañías de seguros para venderme seguros de vida o de accidente o de enfermedad que me dan tanto por tantos días hospitalizado y mil cosas más con no sé cuántas cláusulas. Yo los oigo con paciencia, porque hacen su trabajo. Y cuando al final les digo que no me interesa, me preguntan por qué no y yo, en vez de decirle que eso no es de su incumbencia, nunca sé bien qué decirles. Pero mi hermano Reyvindiko me ha dado la clave para que no insistan. Él ya la ha aplicado y funciona.

-¿Por qué no le interesa este seguro, señor don Jesús?
-Porque yo confío más en mi ángel de la guarda.
-Gracias por atenderme, señor don Jesús.

lunes, 25 de enero de 2010

El poder de tu nombre

Mis desgracias comenzaron con el primer año de educación obligatoria, a punto de cumplir los seis años. Me preguntaba el maestro mi nombre y yo rompía a llorar sin querer, porque me acordaba de mi madre llamándome con toda su dulzura. Sin saber explicármelo a mí mismo, yo comprendía que en aquellas milicias infantiles yo era uno más, que yo no era importante para nadie y nadie iba a besarme la frente si tenía un miedo o me hacía pupa. En labios del maestro mi nombre era un arma que me obligaba a hacer cosas, como si yo fuera una máquina, pero en labios de mi madre mi nombre era el sonido mismo del amor incondicional, el sentido de mi vida toda.

Es increíble que el nombre de uno tenga sobre uno un poder que uno no controla: te llaman por tu nombre y uno vuelve la cabeza, aunque lo pronuncie un indeseable. Sin embargo, ¡qué plenitud, qué colmo de dicha es que, entre las infinitas palabras, un amigo o una madre escoja tu nombre para llamarte con una sonrisa!

Si yo pudiera, enviaría el nombre de todos los niños asustados y solos, para que creyeran que los pronuncia una madre o un ángel incondicional en cuyo pecho ellos pueden recostar la cabecita asustada.

sábado, 23 de enero de 2010

Amor de amigos y amores de otro tipo

Discutía yo hoy con un amigo acerca de quién es mejor amigo: el no fumador que en su casa permite a su amigo fumador fumar o el que no se lo permite. Yo sostenía que es mejor amigo el no fumador que lo permite. Y él insistía en que también es mejor amigo el fumador que por respeto a su amigo no fumador no fuma en su casa. De acuerdo. Pero lo que queda claro es que es mejor amigo el que transige por hacer feliz a un amigo y no el que espera que el amigo transija. Siempre he pensado que el amor de amistad es ligeramente distinto de los otros amores: tiene más de complicidad que de fraternidad o erotismo. A un hijo mío no le permitiría fumar porros en casa, pero a un amigo tal vez sí. A un hijo mío le pondría mala cara si llega borracho a casa, pero con un amigo soy yo el que me emborracho.
Por eso los amigos son tan necesarios, porque no es conveniente ni agradable vivir rodeados de los que nos están recordando siempre nuestros deberes.
Decidme, porfa, que opináis vosotros lo mismo.

viernes, 22 de enero de 2010

Fuertes y buenos

Los alumnos míos que sueñan con ser policías suelen estar fuertes y ser, además, buenas personas. Si encima son guapos, las chicas se los rifan.
Siempre he admirado a los hombres de mucha musculatura, pero de corazón piadoso, atletas que se compadecen del sufrimiento ajeno y que ponen sus músculos al servicio del débil, como un caballero que inclina su poderosa testuz ante una bella dama. Atletas del honor y de la belleza, podrían estrangularnos a todos y, sin embargo, nos defienden. Y si descoyuntan como Sansón a un león, no es por el gusto de la sangre, sino para salvar a una niña.
Blandos con las espigas y duros con las espuelas, que diría Lorca. Como Dios manda.

Y aconsejo leer la entrada de Alejandro referida a cierto asuntillo mío.

jueves, 21 de enero de 2010

Hay mucho que comer

La Tierra es un planeta muy apañado. Resulta que hay en ella muchas cosas que se pueden comer. Podría ser la Tierra un planeta donde sólo pudiéramos comer, qué sé yo, el fruto de una baya concreta, pero la Tierra es la favorita de Dios y sigue siendo un Edén por mucho que escupamos sobre ella. Por comer, se pueden comer casi las piedras. Es cierto que hay algunas cosas venenosas, pero hete aquí que casi todas ellas tienen colores disuasorios, como el violeta o el fosforescente.

Menuda suerte tenemos. Ánimo, chicos, a comerse el mundo.

miércoles, 20 de enero de 2010

Dominadas

Un sobrino mío quiere ser policía y ya ha aprobado el examen teórico. Ahora se prepara para las pruebas físicas y se hace diecisiete dominadas. Yo intenté el otro día hacer dominadas y sólo conseguí tres y mal hechas. Esto de levantar el propio peso con los propios brazos me parece maravilloso. Me dijo el otro día un alumno asiduo de gimnasios que conoce gente muy cachas que es incapaz de hacer una sola dominada. Eso me dejó estupefacto. ¿Tanto músculo sólo para la estética y no para la verdadera fuerza? Con el trabajito que cuesta sacar músculo, ¿no es una tontería tenerlos sólo para lucirlos en la playa y no para salvar doncellas?

martes, 19 de enero de 2010

El tiralíneas

En 1º de BUP di para mi desgracia dibujo lineal, yo, que nací para lo curvo y lo irregular. Todos mis compañeros se compraron un rotrin, que por entonces era el último grito y costaba cinco mil pesetas.

-Mamá -dije-, soy el único sin rotrin en clase. Quiero uno.

Mi madre, como no andábamos muy boyantes en casa, me invitó a utilizar el tiralíneas, como todos mis hermanos.

Protesté, grité, lloré, me porté como un niñato. Y mi madre entonces me dijo que, si tanto quería el rotrin, lo sacara de mi cuenta corriente, donde tenía guardado el dinero que me habían regalado en mi primera comunión: exactamente, cinco mil pesetas. Como me negué, me tuve que tragar mis protestas y resignarme a aquel tiralíneas, con el que se me corría la tinta.

Mis dibujos eran más bien abstractos, llenos de texturas, raspaduras, recomposiciones a mano alzada y borrones. Un primor que el profesor me consentía porque yo le había dicho que no tenía dinero para un rotrin.

Gracias, mamá. Gracias, profesor.

lunes, 18 de enero de 2010

Lo bello y lo bueno


Cuando yo leí por vez primera El señor de los anillos, a los quince años, me estaba haciendo un hombrecito. Por entonces Tolkien no era muy conocido en España y se lo di a leer a todo el que pude con tal de tener a alguien con quien compartir esa experiencia extraña de todo un mundo inventado del que Tolkien me mostraba sólo una milésima parte.

Yo lloré sobre el pecho de Boromir; yo quería ser como Faramir; me compadecí de Gollum; besé la mano de Galadriel y no admitía que algo tan bello pudiera ser tan sólo un libro: todo eso tenía que existir. Y la razón por la que ese libro me seducía tanto es su identificación metafísica, real y definitiva entre bien y belleza, entre maldad y fealdad.  Me da por pensar que esa identificación entre bondad y belleza está en nuestro bulbo raquídeo, en la parte más animal de nuestro cerebro. Los cocodrilos, a la medida de su reducido cerebro, también la tienen. Son protoideas primitivas que no sé si nacen de nuestra tradición cultural, de nuestra estructura mental o de la simple organización de la realidad. A mí de pequeño me indignaba que la reina del cuento de Blancanieves fuera bella, ¡con lo malísima que era! ¡Bendita niñez!

Ojalá fuera verdad que las cosas buenas, en última instancia, son también bellas.

Y quiero agradecer el reportaje de fotos que me hicieron el día de la presentación Julio Ariza y las que el poeta Ramón Simón cuelga en su bitácora.

sábado, 16 de enero de 2010

Una foto de la presentación






Aquí me señala Cabanillas, de cuya poesía os hablaré pronto. Y ahora cuelgo este poema de A merced de los pájaros, porque le gustó al editor, que se extrañó de que nadie lo hubiera señalado en una reseña. Es uno de mis favoritos. Y para dar ambiente, una foto.







En una playa desierta de Huelva
Hoy se me han despertado tus delfines
y me han hecho montar en tus caballos,
aunque eres alta y honda y me das miedo.
                Luego he dado tu llama a una mujer
y tu arena y tu nácar a unas niñas.
Yo me voy a quedar con los delfines.
                De todas las mercedes recibidas
eres tú la más rubia,
soledumbre de dunas y de soles
que aún me están ardiendo entre los brazos.
                

viernes, 15 de enero de 2010

Argumentum Ritahayworthlogicum


Demócrito decía que sólo existen átomos y vacío y ¿qué van a hacer los átomos en el vacío, sino chocar entre sí y producir seres? En ese mundo azaroso no hacía falta un Motor Inmóvil que lo pusiera en marcha: era un mundo que producía seres él solito. Sin embargo, a Anaxágoras le extrañaba que de unos elementos inertes y en perpetuo caos brotara de pronto Rita Hayworth, ¡con lo poco caótica y lo proporcionadísima que es nuestra Rita! Y por eso postuló la existencia de un Entendimiento divino responsable de poner orden en un mundo incapaz de orden por sí mismo.

Ellos sentaron la base de la discusión y en ella seguimos.

Aunque la cuestión jamás podrá ser resuelta, permitidme que Rita Hayworth sea para mí la sexta vía para demostrar la existencia de Dios.

El próximo día pondré alguna foto de la presentación de A merced de los pájaros. Un abrazo a todos.

jueves, 14 de enero de 2010

Día de mi alternativa

Ayer cayeron varios chaparrones y llegué empapado a la presentación. Pero me daba igual, porque era el día de mi alternativa, de manos de José Julio Cabanillas, que me dedicó palabras tan elogiosas, que sigo sin creérmelas, porque me puso el listón muy alto. Dijo cosas muy bellas que no perderé de vista cuando escriba y me advirtió del peligro de descuidar la poesía por mi afición a la charlatanería dialéctica y al ensayo, que reconozco que me pierde.
Guardo un recuerdo entrañable de ese día. El público tuvo que vencer la lluvia y el partido del Sevilla para venir a oírme y entre los conocidos y los desconocidos me sentí arropado y estimado. Incluso vino un hermano mío desde Córdoba para oírme. Si algo sirve para curar la depresión, es escribir poesía, verla publicada, leída y apreciada.
Incluso me reencontré con una antigua alumna que recordaba con mucho cariño mis clases. ¡Cuántas inyecciones de autoestima!
Luego la tertulia entre copa y copa. Javier Sánchez, espléndido y dadivoso. Y mis amigos mercuriales, chispeantes y divertidos como siempre. Me sentí como un torero con una magnífica cuadrilla.
Gracias a todos.

miércoles, 13 de enero de 2010

La poesía

Iba a hablar de los átomos, como prometí, pero tengo en la cabeza la presentación de A merced de los pájaros de esta tarde en La Casa del Libro.

Dejo los átomos para otro día y hoy sólo apunto una idea que se me ha ocurrido: el mejor premio para un poeta es que en el futuro se recuerde un poema suyo, pero no su nombre, porque eso significa que el poema es tan bueno que, sin un nombre que lo mantenga y lo defienda, el poema se defiende sólo por su calidad. El poeta auténtico, el que no busca gloria sino belleza, sería, pues, el que está dispuesto a desaparecer de la memoria con tal de que el poema que conquistó en las cumbres con esfuerzo y soledad quede como una estrella para guía de caminantes en la oscuridad.

martes, 12 de enero de 2010

Mis átomos

Siempre me ha sorprendido que las cosas inertes y los seres vivos estemos hechos de los mismos átomos, pero que ellas estén muertas y nosotros vivos. Cuando me dijeron que había empresas que incineraban el cadáver y lo convertían en diamante, me quedé atónito. ¿Cómo es posible que el carbono que me compone y que me hace pensar y anhelar pueda ser luego una gema muerta para siempre?
Más aún me sorprende que mi cuerpo tenga la capacidad de desechar materia muerta y reponerla mediante la comida. Yo lo traduzco así: me desprendo de unos átomos y me hago con otros nuevos. Y lleno de angustiosa curiosidad me pregunto: ¿mantengo aún conmigo algunos de los átomos con que nací? ¿Qué probabilidades hay de que algún átomo que algún día compuso el cuerpo de Calígula o Atila esté ahora en mi cuerpo? ¿Tendré yo alguna mota de polvo que algún día llegó aquí gracias a un lejano meteorito?
Si tuviera tiempo, dinero, ciencia y ganas montaría una empresa que vendiese comprimidos de carbono que pertenecieron a personajes ilustres e idolatrados y los vendería a un millón de euros cada uno para quien tenga el capricho de tragarse un poco de la esencia de Marylin o de Gandhi. Lanzo la idea.

lunes, 11 de enero de 2010

A merced de los pájaros


Este miércoles próximo, a las 19:30 en la Casa del Libro de Sevilla, Javier Sánchez Menéndez y el poeta José Julio Cabanillas presentan mi libro de poesía A merced de los pájaros.

Yo conocí a Cabanillas hace más de diez años. Me vio con unos papeles en la mano y me dijo:

-Anda, pásamelos, que los voy a leer.

Me adivinó el pensamiento: eso quería yo, que él leyera mis poemas. Él no sabía quién era yo, pero me vio tal cara de escritor, que decidió echarme un cable.

Desde entonces ha sido mi maestro. Si sé algo de poesía actual, si sé distinguir el oro de la paja, es porque él me ha guiado.

Por eso recomiendo a los poetas primerizos que se busquen un maestro, como en el Kung Fu.

A Javier Sánchez Menéndez lo conocí hace veinte años y gracias a él conocí la poesía que entonces se escribía. Veinte años después lo reencontré gracias al blog y le entregué estos pájaros en agradecimiento. Pero el que está agradecido soy yo.

Por último, quiero agradecer las palabras elogiosas que en su blog Rayos y truenos , que no logro enlazar, hace García-Máiquez a mi libro de poemas, en su entrada del ocho de enero. Es todo un caballero. ¡Hasta para decir que no leerá mi libro sobre el amor y la infidelidad es elegante!

Pues eso, este miércoles, para quien quiera y pueda.

sábado, 9 de enero de 2010

Neoesperanto III

1. Tienes más cara que espalda: You have plus faciem than dorsum.
2. Voy al excusado a hacer aguas menores y mayores: I viasepís and, de paso, viasepó.
3. Me gustan los huevos y la carne, pero, de todos modos, lo que más me gusta es la fruta: I am ovívoro and carnívoro, but, anyway, I am multifructívoro.
4.A los dictadores de longevidad exasperante no les gusta la libre competencia: Fidelcastropeople don't like cocapepsi.
5. No es bonito ser demasiado orejudo: It's not chachipiruli to be too much dumbo.

viernes, 8 de enero de 2010

Contra la escuela

Hoy envío un beso en la frente a los millones de niños que lo están pasando mal en el colegio y a los que no se les ha dejado ni un día para jugar con sus juguetes. Los veo por la mañana, del brazo cariñoso pero apresurado de sus padres. Algunos van contentos, otros dormidos y otros tristes.

Yo no guardo buen recuerdo del colegio ni del instituto. Los buenos momentos que allí pasé no son mérito del cole o del insti, sino míos y de mis amigos. Me lo pasé bien a pesar del colegio y del insti. Eso no quita que hubiera profes a los que recuerdo con mucho cariño. Lo que quiero decir es que hemos aceptado que, antes de entrar en el mercado laboral, tenemos que hacer una especie de mili o trabajo sin cobrar desde los tres años hasta los diecitantos y, si el niño sufre durante ese tiempo, lo consideramos normal y hasta conveniente, cuando no es normal ni conveniente.

El tener que pasar tantas horas en el cole es un tormento inhumano que no obedece a un interés del Estado en que los niños aprendan, pues para eso no hacen falta pasar más de mil horas anuales encerrado entre cuatro paredes. Entonces, ¿por qué es obligatoria la enseñanza tantos años y tantas horas? Echen su imaginación a volar y se asustarán al encontrar las respuestas. Lo que no logro entender es por qué la gente me mira con cara marciana cuando digo estas obviedades.

Mis únicos años académicos agradables fueron los de la carrera, cuando me encontraba entre adultos como yo con los mismos intereses culturales. Todo lo que yo sabía de antes de comenzar la carrera lo podría haber aprendido mejor y más de otra manera.

Y si queréis reíros un poco, visitad el Eroticón de hoy.

miércoles, 6 de enero de 2010

Aforismos XXIV

1. Ni lo bueno siempre es útil ni lo útil siempre es bueno.

2. Los que reducen lo bueno a lo útil olvidan que todo es útil para la vida, que no es útil, sino buena.

3. Si mi cuerpo fuera totalmente mío, haría siempre lo que quiero.

4. Estar de vuelta de todo es como morir antes de morirse.

5. Morir de belleza como Marylin es mejor que morir de fealdad como el fantasma de la ópera.

lunes, 4 de enero de 2010

Ya vienen los Reyes

Me recuerdo de niño corriendo bajo la lluvia por el campo, a la hora del crepúsculo, bajando por las lomas, con cara de velocidad y placer, con los brazos abiertos de pura felicidad de vivir, a grandes zancadas, con un puñado de hierba en cada mano para los camellos de los Reyes Magos, que vendrían esa noche, y lanzando gritos de euforia y todo el campo tenía el aire de un sueño o de un último y grandioso momento y luego llegaba a mi casa y al calor de mi madre y a la algarabía de mis hermanos, mojado y con los pies llenos de barro, animalillo feliz y bendecido por la suerte y la salud, y al amanecer una metralleta de juguete bajo la cama, que hacía tratratrá y echaba chispas dentro de su plástico transparente: ¡lo más de lo más! 

En el patio la hierba que habíamos dejado estaba triscada por los camellos.

Gracias, Reyes Magos. Como aquella metralleta, ninguna. ¡A cuántos malos maté con ella! Creo que mi fascinación por la bondad, mi compasión ante la debilidad, nacieron el día en que los Reyes Magos pusieron bajo mi cama aquella metralleta.
Amigos, feliz navidad.Y un capitán de madera.
De pequeño, yo estaba enamoradillo de la rubita.