domingo, 18 de enero de 2009

Mi primer amor

Yo estaba enamorado de la madre Ramona. Tenía yo unos cuatro años y me porté muy mal en su clase. Entonces ella me ató a una silla, pero con unas cuerdas tan flojas, que yo me daba cuenta de que, si me movía, se caerían solitas. Pero yo la quería tanto, que, a pesar de ser un manojo de nervios, no me atrevía ni a respirar, con tal de que no se cayeran las cuerdas con que ella con toda justicia me había castigado.
Era una mujer dulce y paciente y me regaló una estampita de un ángel de la guarda que aún guardo y me guarda.
Gracias, madre Ramona.

9 comentarios:

Juanma dijo...

Curiosa coincidencia. Yo no estaba enamorado de la madre Ramona, pero sí de la señorita Ramona: una mujer imponente, soltera y ya mayor, que nos daba clases de inglés...idioma que nunca llegué a aprender.
Y otra cosa: en relación al aforismo 10, de tu entrada "Aforismos V", que tanto me gustó, he encontrado estos versos de Caballero Bonald:

"Es nada la palabra que se dijo
(no importa que se escriba para
querer salvarla), es nada y lo fue todo:
la música del mundo y su apariencia".

Un abrazo, querido Jesús.

Juan Antonio González Romano dijo...

Las maestras de la primera infancia siempre han tenido un encanto especial, tanto como las primas en la segunda infancia.

José Miguel Ridao dijo...

Menos mal que naciste en el siglo pasado, Jesús, si no la madre Ramona estaría en chirona.

Anónimo dijo...

Una monja, unas ataduras, un amor. Aquí hay madera para un relato impublicable, amigo Jesús. Con cuánta ternura manejas estros elementos...

Jesús Cotta Lobato dijo...

Querido Juanma: podíamos crear una logia, la logia de los hombres marcados por las Ramonas. Me alegro de la coincidencia.
Querido Juan Antonio: las primas de la segunda infancia también me han marcado, pero no tengo valor para contarlo en la bitácora.
QUerido José MIguel: el siglo pasado tuvo muchas cosas buenas que, espero, resurgirán en este, aunque dentro de unas décadas.
QUerido Octavio: me temo que no habrá relato, sino esta entrada. Un abrazo

Er Tato dijo...

¡Uhmm! Ramona, Ramona... Sólo se me viene a la cabeza una canción, por llamarla de alguna forma. Es curioso, pero no recuerdo haber conocido a ninguna Ramona nunca.

Saludos

Jesús Cotta Lobato dijo...

No es un nombre muy común ni muy sonoro. Respecto a la canción de la que hablas, la he buscado en youtube y, como tú dices, la llamamos canción por llamarla de alguna forma. Saludos.

Anónimo dijo...

Curioso amor de cordel que te deja sentado a la silla con sumo placer mientras te recreas en la dulzura de la Hermana Ramona (que hasta el nombre tiene forma de hogaza de pan caliente). Prematura experiencia de las ataduras del amor y de lo que después descubrimos (en el sadomasoquismo de algunos textos). Menudo fichaje.
Gerardo.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Me gusta lo de la hogaza. Gracias por este comentario tan bello, poeta.