sábado, 31 de enero de 2009

Diccionario

amoavé: exclamación ritual para comenzar una discusión
andalias: sandalias que sirven para andar, ¡no como las otras!
arrechucho: jalear al can; vg. "Arre, chucho, que llegamos tarde"
bulo: asno en chino
cacho: fragmento, homeomería, partícula mínima de la materia
capricidio: asesinar una cabra
clin: singular de kleenex; vg. "Con un clin me basta. Es sólo para sonarme. Gracias"
endecadactilofobia: aversión a los individuos de once dedos
gambectomía: acción de pelar gambas
gamboteca: recipiente de plástico donde se guardan para casa las gambas que sobran en las bodas
mirusté: oiga
onicopododontoectomía: cortarse las uñas de los pies con los dientes
sabrosada: sobrasada muy rica
pantólogo: sabelotodo, listillo
pelanganófono: minimicrófono con apariencia de lunar con pelo para espías nudistas
principelársela: de significado incierto
ramérica: prostipútica

viernes, 30 de enero de 2009

Aforismos VIII

4. La lealtad al amigo es más fácil que la fidelidad al amado. Por eso, el amado debe amarnos más que el amigo.
5. Puedo ser amigo de tus amigos, pero no tengo por qué ser enemigo de tus enemigos.
6. Yo no soy esclavo de los que conocen mis secretos, sino de mis secretos.

8. El hedonismo no es ecológico.

10. El pecador inteligente se arrepiente antes o después del pecado, pero no durante.

jueves, 29 de enero de 2009

Más amor y menos coherencia

Yo creo en el amor y en la bondad, pero no en la coherencia, a no ser que sea coherencia en el amor y en la bondad. Oigo decir elogios del tipo: "Es un canalla, pero al menos es coherente". Si ya un canalla es espantoso, ¡cómo será un canalla coherente! Un nazi incoherente siempre es preferible a un nazi coherente. El primero no denunciará a las autoridades el paradero de su amigo judío, mientras que al segundo le faltará tiempo para hacerlo.
La coherencia sólo tiene sentido en los discursos y en las tesis doctorales, pero no en la vida, porque la vida no es coherente. Ser coherente no me hace mejor amigo, mejor padre, mejor esposo, mejor poeta o mejor profesor. Lo que me hace mejor es querer el bien de la gente y si para quererla tengo que abandonar la coherencia, bien abandonada queda.
Como yo he criticado tantas veces cosas que luego he acabado haciendo, he aprendido que es una tontería empecinarme en no hacer lo que antes criticaba. Mi única obligación es ser más o menos buena persona, pero no mantenerme en mis trece. Me recuerdo a mis veinte años despotricando tontamente contra los pantalones vaqueros que luego fueron mi uniforme durante los diez años siguientes.
Así que, ya escarmentado, tan pronto defiendo a Platón como lo pongo a caldo. Un día critico a un periódico pero perdería el culo para publicar en él un artículo. Desaconsejo el tabaco a mis alumnos, pero fumo como un carretero.

Si la vida no es coherente, ¿por qué tengo que serlo yo? Con querer a la gente, se tiene todo. Ama y haz lo que quieras.

miércoles, 28 de enero de 2009

¿Qué debe tener una buena novela?

(Según Cotta)
1. Un argumento consistente en una misión que cumplir.
2. Un personaje principal, intenso y humano, con alguna flaqueza y alguna grandeza.
3. Mucha peripecia, con intriga, sorpresa y algún remanso de paz.
4. Un autor invisible que no tome partido, que no hable, que no exista.
5. Un lenguaje bello, envolvente y ágil.
6. Un mundo muy grande del que sólo se muestre una parte muy pequeña.
7. Gracia y emoción, pero no sarcasmo ni lacrimogenia.
8. Ni una pizca de tesis, de propaganda o maniqueísmo.
9. Un final feliz, pero sin pasarse.
10. Y nada de todo lo anterior si la novela es buena.

Pero para escribirla, es mejor olvidarse de todo eso. Si no, uno no la escribe.

martes, 27 de enero de 2009

Aforismos VII

1. Quien desprecia a un viejo verde cree que siempre será joven.
2. No hagas en la juventud lo que no quieras seguir haciendo en la vejez, a no ser que sólo se pueda hacer en la juventud.
3. Fumar es al alma lo que comer al cuerpo.
4. Por muy vanguardista que fuera en su momento, lo mejor acaba en clásico; lo peor se queda en vanguardista.
5. Cuando la palabra falla, sólo queda la fuerza; cuando la fuerza falla, sólo queda la palabra.
6. Perdóname a mí, pero no el mal que he hecho.
7. Si fuéramos inmortales, no habría amor, sino guerra.
8. Para entender el universo hay que salir de él, pero no se puede, porque no hay otro sitio.

10. No es lo mismo tener aire de entrometido que tener aire dentro metido.

Por cierto, quiero agradecer aquí a Jesús Beades que haya colgado en su bitácora Di amigo y entra un poema mío y lo califique de poemón.

lunes, 26 de enero de 2009

Yo confieso

Confieso que de niño mataba hormigas. Buscaba un hormiguero y lo tapaba con hierbecitas o piedras a ver cómo se las ingeniaban las hormigas para salir. A veces incluso les inundaba las galerías con una meadilla. En mi descargo, nunca llegué a hacer combates de hormigas sin antenas, como hacían algunos amigos míos. Eso siempre me pareció cruel. Los asesinos de hormigas tenemos nuestro corazón.
De ese crimen me he redimido respetando los hormigueros allí donde se encuentren, siempre que no sea en mi casa.
Pero no me arrepiento tanto de la matanza de las hormigas como del robo del lápiz. Ha sido el único robo que he perpetrado. Tenía yo unos siete años y estaba enamorado del lápiz de mi compañero de pupitre, un lápiz de muchos colores y con un monigote en la cabeza. Como en mi casa éramos siete hermanos, nuestros lápices eran de estilo funcional: eran lápices y no juguetes. ¡Ah, pero aquel lápiz me llamaba con sus colores! Así que una vez se fue el niño al servicio y se lo quité. Lo buscó todo el santo día y lloró, pero yo lo tenía bien escondidito en mi cartera.
Esa noche tuve pesadillas de lápices gigantescos que me perseguían y al día siguiente entré antes que nadie en la clase, dejé el lápiz en el suelo y cuando entró él, le dije:
-¡Mira, he encontrado tu lápiz!
Puso tal cara de alegría, que me sentí redimido.
¿No lamentaba san Agustín el robo de las peras? Pues yo el del lápiz.

domingo, 25 de enero de 2009

Aforismos VI

2. Probablemente Dios existe. Así que deja de preocuparte y disfruta de la vida.
3. Menos mal que mi cuerpo es como es y no como yo quiero, porque ni sé lo que quiero ni mi cuerpo sería mío.
4. Los hijos, como los árboles y las estrellas, no deberían ser deseados o no deseados. Deberían ser.

6. La democracia no cree en la verdad, pero sus votantes sí. Si fuera al revés, no habría democracia, sino otra cosa mucho más fea.
7. Si buscas el nirvana, espérate a morir.

9. El sexo con un poquito de amor es mejor que el sexo sin amor porque sigue apeteciendo después del sexo.
10. La comida después de comer es menos insoportable que el porno después de masturbarse.

sábado, 24 de enero de 2009

Éxtasis

Sólo una vez estuve a punto de llegar al trance (sin ayuda de pastillas, quiero decir). Tenía yo unos veinte años y me tumbé bajo un árbol cargado de suculentos frutos, allá en el campo donde había nacido mi madre, lejos del mundanal ruido, donde no había luz eléctrica ni agua, sólo un pozo fresco. Me aparté del alboroto familiar para componer poesía en aquel locus amoenus. La tierra era fragante y me envolvía con sus vaharadas de vida y suavidad. Yo estaba componiendo un verso de oro y, cuando iba a rematarlo, llegó una amiga de la familia y me dijo:

-Pero, Jesús, ¿qué haces bajo ese árbol? ¡Si ahí es donde cagamos todos!

Cuando comprendí que las vaharadas y la suavidad fértil de aquel suelo se debían a las descargas ecológicas de los seres humanos, pasé del séptimo cielo a la verdadera realidad.
Lástima. Estaba a punto de llegar al Uno y a la Esencia.

viernes, 23 de enero de 2009

Paseo de novios


Recuerdo una primavera que pasé en el campo, allá en los montes donde había nacido mi madre. Una tarde, nos juntamos muchos niños para acompañar a dos novios en un paseo entre olivos y almendros. Soy incapaz de recordar si los niños fuimos convocados para ese cometido o si aquello fue un encuentro casual. Tampoco recuerdo si aquel fue su primer paseo oficial de novios, con vigilancia infantil, como se solía hacer aún en esos campos apartados, o si se trataba más bien de su último paseo de novios antes de la inminente boda. Lo que sí recuerdo es que los novios nos trataban muy bien y que los niños íbamos correteando junto a ellos y que le traíamos flores a la novia y que el novio la miraba sonriendo, sin atreverse a darle la mano y que, cuando coronamos una colina, allí le puso él una flor en la cabellera y sólo ahora que soy mayor, entiendo que aquella sonrisa que él le dirigía escondía un amor más grande que él y un deseo erótico muy fuerte que él se esforzaba por disimular. Los niños estábamos contagiados de la belleza de aquel sentimiento y de todas aquellas flores. Yo, que tengo taypico años, sigo contagiado desde aquel día.
Ni siquiera sé quiénes eran. Espero que aún sigan juntos y que la pureza del sentimiento que los iba a unir haya sobrevivido a rutinas, cuernos y reproches o, lo que es más difícil, que no haya habido rutinas, cuernos y reproches y sigan paseando entre aquellas flores, esta vez a solas y libres.

jueves, 22 de enero de 2009

Las primeras palabras


Porompompero, tralará, lerenle, nonaino, lalalá, achilipún apún apún, dubidubidubidá, rin rin, yeyeyé, pararapapá, maná maná, papiripipi... Son coletillas de estribillos. En teoría, no significan nada, pero tienen tantas connotaciones, que es fácil inventarles un significado. He aquí una muestra:

1. Durante un partido de fútbol, a Butragueño se le salió el lerenle.
2. A mí no me gusta la música nonaino, sino la yeyé.
3. ¡Españoles, menos porompompero y más trabajar!
4. Yo, trabajando, y tú, mientras tanto, que si tralarí que si tralará.


Esas coletillas son en realidad polisemias abiertas a la imaginación. Con palabras como ésas empezaron a hablar Adán y Eva. Por ejemplo, Adán le decía a Eva:

"Eva, vempacá, nena, cuchicuchi, ¿muamuamuá, dubidubi y bumbabababumba?"

Eso era realmente el paraíso: las palabras significaban claramente lo que uno se está imaginando. Pero ya sabéis que en Babel todo se estropeó: si uno por cuchicuchi entendía "dame un besito", el otro entendía que le estaban mentando al padre: son lo que se llaman los falsos amigos del lenguaje. Y así nos va.

miércoles, 21 de enero de 2009

Anécdota infantil

Tendría yo la tierna edad de unos tres años, cuando insistí en que mi madre me pusiera las botas de agua para salir a la calle y chapotear en los charcos tras un torrente de lluvia. Mi madre, que no. Y yo que sí, que no me iba a manchar y todas esas machadas que los niños dicen muy seguros de sus capacidades. Y tanto porfié, que cedió.
Salí a cantar a la calle con mis botas. Recuerdo incluso que me inventé una canción que decía algo así como:

Aquel, aquel, aquel ha sido
aquel, aquel, aquel fue.
Aquel fueeeee el que lo matóooo
aquel fue, de mi corazón....

(No me preguntéis de qué nombre depende el complemento "de mi corazón", porque no tengo ni idea).
Tenía aire de copla y mi hermano Alfonso insiste en que es un plagio del Porompompero.
Total, que entre aquel y aquel, me caí a un charco y me puse perdido y mi madre, la pobre, tuvo que limpiarme.
Gracias, mamá.

martes, 20 de enero de 2009

Consejo para publicistas

Nunca he entendido esa canción tan hermosa de "Gracias a la vida". Yo no doy gracias a la vida, sino por la vida: a los regalos no se les dan las gracias. La vida, además, es un concepto demasiado genérico como para darle las gracias. Tan general y vago es, que ni siquiera nos incita a actuar. Sin embargo, cosas más concretas que la vida, como deslumbrar a la concurrencia con un vestido nuevo, el fútbol de los domingos o el sábado sabadete, sí que nos mueven a la acción. Con tal de conseguirlas, la gente es capaz de remover Roma con Santiago. De todos los argumentos para no esnifar coca, a mí sólo me convence el que asegura que puedo perder la nariz, que es mucho más concreta que mi salud y mi vida. Si las cajetillas de tabaco en vez de decir "Fumar acorta la vida" dijeran "Fumar acorta la picha", no fumaría nadie.

lunes, 19 de enero de 2009

Haikus y Japón

Cada vez que he intentado escribir un haiku, me sale un aforismo o una patochada. Los haikus, como Japón, se me escapan.
No sé dónde leí que la diferencia entre un poeta europeo y uno japonés es que el europeo deshoja la flor y el japonés la contempla.
En fin, esto viene a que siempre me ha atraído Japón. Para empezar, su bandera es muy original. Confieso que, de niño, yo era partidario de China, por eso de que era más grande, pero la edad me refinó un poco y entonces Japón me sedujo con sus samuráis y sus geishas.
Leyendo Colapso de Diamond aprendí cómo algunos países mejor situados y más grandes y ricos que Japón han dilapidado sus recursos con voracidad o se han cerrado tontamente al progreso o no engendran más que políticos corruptos y victimistas que devoran el país mientras culpan de todo eso a Occidente.

Pero Japón es otra cosa. Es un país superpoblado, pero tiene más árboles por habitante que España. Se sumó al progreso occidental sin dejar de ser Japón y conceptos como el honor y la honradez no han desaparecido.
De sus autores sólo he leído, aparte de algún autor cuyo nombre soy incapaz de recordar, a Endo y a Mishima. Ambos me parecieron pesimistas, pero me fascinaron. Si alguien puede recomendarme una buena novela de un japonés, que me lo diga.
Ya que los occidentales no se van a tomar la molestia de aprender japonés, no sería mala idea que los japoneses adoptaran la escritura latina, al menos de cara al exterior, para promocionarse más. Su escritura, bella, pero incomprensible, les cierra muchas puertas que deberían estar abiertas.

domingo, 18 de enero de 2009

Mi primer amor

Yo estaba enamorado de la madre Ramona. Tenía yo unos cuatro años y me porté muy mal en su clase. Entonces ella me ató a una silla, pero con unas cuerdas tan flojas, que yo me daba cuenta de que, si me movía, se caerían solitas. Pero yo la quería tanto, que, a pesar de ser un manojo de nervios, no me atrevía ni a respirar, con tal de que no se cayeran las cuerdas con que ella con toda justicia me había castigado.
Era una mujer dulce y paciente y me regaló una estampita de un ángel de la guarda que aún guardo y me guarda.
Gracias, madre Ramona.

sábado, 17 de enero de 2009

Aforismos V

1. Si belleza, bien y placer fueran exactamente lo mismo, no sería necesaria la ética.
3. La culpa limpia; la inocencia mancha.
5. Sólo los inocentes tiran la primera piedra.
6. Todo es puro para los puros. Dios nos libre de los puros.
7. No te sientas culpable: sélo o no lo seas.
8. Negar el mal es más cómodo que combatirlo.
9. Amar para ser amado no es egoísta. Es sencillamente humano.

viernes, 16 de enero de 2009

Mentira y piropo

Una vez incluso, lo confieso, le mentí a una famosa cantante que, por ciertos azares difíciles de explicar, coincidió conmigo en un bar. Ella venía rodeada de amigos esnifados y se arrancó por coplas. Alguien propuso cambiar de bar, pero ella dijo que el ángel estaba allí. Como yo era el único desconocido, me dedicaba a mí todas sus coplas. Uno de los amigos, un poco bebido, me explicó que yo le recordaba a un antiguo amor que le había desgarrado el corazón, pero de quien seguía secreta y dolorosamente enamorada. Y yo, que estaba escribiendo poesía, dejé el lápiz y, fumando porque no podía hacer otra cosa, atendí como un caballero a todas las canciones que me dedicaba. Oída en directo, ella era mejor que en la tele.
Yo estaba deseando mear, pero no me quería levantar de la silla para que ella no descubriera que mido uno sesenta y cuatro. Pero, al cabo, me tuve que levantar, con toda la dignidad de que fui capaz. Y una vez que pagué y dejé una buena propina, ella me miró para despedirse y me regaló un calendario con su foto, que guardo junto a mi ordenata, y entonces sentí el irreprimible deseo de mentirle para hacerla aún más feliz y agradecerle el honor de haber recibido tanta música salida de su corazón. Le tomé la mano, la llamé por su nombre de pila como si la conociera de toda la vida y le dije:
-X, quiero que sepas que yo me enamoré de mi mujer con una canción tuya. Ella la bailó y me quedé prendado.
Todo el séquito de amigos irrumpió en aplausos y me invitaron a hacer con mi mujer un niño aquella noche en honor a ella y que le pusiera su nombre si era niña. Ella me recompensó dándome un par de besos muy cerquita de la boca. Y eso es lo malo: que miento para hacer feliz a la gente.

jueves, 15 de enero de 2009

La costilla de Adán


Debió escaparse no sé qué centella
De tu dedo al forjarme el espinazo
Y un poco más de Ti cuando tu brazo
La modeló de mí la noche aquella.

¿Qué secreto y qué luz pusiste en ella
Que me olvido de Ti cuando la abrazo?
¿Qué flores del Edén en su regazo?
¿Qué corzas y qué bálsamo y qué estrella?

¿Qué ánfora de vino deleitoso,
Qué derroche fluvial, qué especia extraña
Vertiste generoso y a raudales?

Ni siquiera en Caná, cuando dichoso
me emborraché contigo, ni en Betania,
me diste tantos árboles frutales.

miércoles, 14 de enero de 2009

Melón colorado y sandía blanca

Tendría yo unos tres o cuatro años cuando pasó por mi calle una furgoneta vendiendo melones. El melonero abrió uno para una mujer y ¡resulta que era rojo por dentro! Yo me quedé a cuadros: ¡un melón rojo!
Corrí a mi casa a pedirle a mi madre melón colorado, como si ella lo tuviera todo en la despensa. Entonces ella me dio una tajada de sandía. Y yo insistí en que quería melón colorado. Y ella insistía en que, si algo merecía ser melón colorado, era aquella raja de sandía.
Desde entonces, todos me preguntaban qué prefería: ¿melón colorado o sandía blanca? Se extendió el rumor en todo el pueblo de que yo llamaba sandía blanca al melón y melón colorado a la sandía, ¡cuando yo sólo quería el melón rojo que vendía aquel hombre!
En la mente de mis seres queridos funcionó esa tendencia que tenemos a ponerle a cada cosa su contraria: si la sandía era para mí melón rojo, evidentemente el melón tenía que ser sandía blanca.
Incapaz de deshacer a mi tierna edad ese tinglado verbal, pasé varios años de mi vida comiendo sandía blanca y melón colorado. ¿No quería yo melón colorado? Pues me harté.

martes, 13 de enero de 2009

Tópicos vestidos de aforismos antioxidantes

En su comentario a mi entrada de ayer, Baltanás me abrió los ojos con un aforismo magnífico:
El aforismo es el antioxidante del tópico.
Más que como una frase hecha o ingeniosa, yo defino el tópico como una idea hecha y facilona que busca muchas formas de expresarse verbalmente. Por ejemplo, la idea tópica de que los ricos son malos y los pobres buenos ha parido muchos tópicos pseudoeconómicos. Para ganar prestancia o para quitarse las arrugas, a veces los tópicos se presentan en forma de aforismos, que son frases esenciadas, con más o menos enjundia, y entonces son más difíciles de combatir: el traje del aforismo le presta al tópico una dignidad que no se merece.
Por ejemplo, la idea tópica de que la violencia siempre es malísima ha engendrado un aforismo de mucha fortuna y con vocación de dogma:
La violencia sólo engendra más violencia.
Me repatea ese aforismo tópico porque iguala la violencia del que se defiende con la del que ataca. Si un tiparraco me quiere quitar el bocadillo a puñetazos, ¿debo dejar que me lo arrebate sólo porque no debo usar la violencia? ¡Y un cuerno! ¿No pega más en este caso el adagio latino de "Si vis pacem, para bellum", es decir, si quieres que el tipo no te robe más bocadillos, defiéndete a puñetazos y tendrás paz?
¡Defendamos, aunque sea a puñetazos, la paz con libertad, pero no la pacifitis con sometimiento!

lunes, 12 de enero de 2009

Aforismos IV

-El filósofo aún busca la verdad; el poeta ya ha encontrado la belleza; y el amante ya tenía la verdad y la belleza.
-Si ser buenos nos diera salud, las cárceles serían hospitales.
-Puedo creer en Dios sin creer en mí. Pero no puedo creer en mí sin creer en Dios.
-¿Puedo hacer una pregunta? Lo malo es que ya la he hecho.
-Creo en el más allá no porque no me guste el más acá, sino porque me gusta mucho el más.
-Los avaros en lo privado son generosos con lo público. Los avaros en lo público son generosos en lo privado.

domingo, 11 de enero de 2009

¿Lo has sentido?

Éramos siete hermanos: seis machos y mi hermana, que nos soportó a todos. Durante ciertas épocas llegamos a dormir seis en un mismo cuarto, que más bien parecía un cuartel o una leonera en guerra. Por las noches, mi hermano Alfonso y yo jugábamos a ver quién era más sensible. Era el juego menos bestia que conocíamos. Consistía en que yo, que dormía en la litera de arriba, bajaba el pie y él, en la oscuridad, podía tocarme el pie con la punta de un dedo o no tocarme y me preguntaba:
-¿Lo has sentido?
Si decía que sí y me había tocado, es que yo era muy sensible. Pero si decía que no y me había tocado, es que no era sensible. Y luego le tocaba a él. Hubo una disputa entre la manera de contar los puntos de cada uno y mi padre nos gritaba silencio desde su habitación. Y como no nos callábamos, entró en la oscuridad del cuarto y repartió guantazos a lo primero que pilló, que fue mi pie. Y mi hermano Alfonso me preguntó:
-¿Lo has sentido?

sábado, 10 de enero de 2009

Un microrrelato en Sólo la mar


Os remito a la siguiente entrada de Octavio:


Se trata de un microrrelato que ha compuesto a raíz de mi entrada de hace dos días acerca del mito de Hero y Leandro. Me gusta porque el anhelo de amor y belleza es en ese Leandro de Octavio más grande que el miedo a la muerte. Cuando un héroe no puede alcanzar su trofeo, lo más digno es morir y que lo vean las estrellas. Es un sentimiento viril y noble. Me gustan las personas que valoran el amor o la belleza más que su vida. Me identifico con en ese microrrelato fino y vigoroso.


No es la primera vez que, desde que bitacoreo, mis lectores y yo acabamos escribiendo obritas conjuntas, cada uno con su estilo y del modo más imprevisto. Ventajas de Internet.


Para colmo, el microrrelato me lo dedica a mí.

Gracias.

Momias

No estamos a gusto con nosotros mismos, porque exigimos la perfección de los cuerpos. Cada vez cuesta más dinero, tiempo y dolor parecer bello y atractivo. El culto actual al cuerpo acaba despreciando los cuerpos reales, porque no son perfectos ni siempre juveniles y sanos, sino cambiantes y variables. Se ha impuesto la cultura de la momia embalsamada, flaca e incorruptible. Los cuerpos tienen que dar la sensación de que no comen, no cagan, no sudan, no tienen arrugas ni eccemas ni vello ni se descuelgan. Deben ser estatuas griegas, perfectas, incorruptibles, en perpetuo olor de santidad y, con tal de conseguirlo, la gente no duda en ir contra la vida, contra el tiempo, contra su salud, contra su dinero, contra su placer, no duda en operarse, quitarse órganos, ponerse prótesis que luego no se podrán comer los gusanos.
Eso no es vivir, sino odiar lo vivo, momificarse en vida, vivir como si la muerte no estuviera a la muerte de la esquina. Pero ese vivir de espaldas a la muerte es en realidad vivir para la muerte, vivir con desesperación antes de que la nada definitiva nos engulla. Aspirar al cuerpo perfecto es negar la vida, el cambio, la variedad y la ley de la gravedad.

viernes, 9 de enero de 2009

Hero y Leandro

Hero y Leandro se amaban, aunque los separaba el estrecho del Bósforo. Todas las noches Leandro cruzaba el estrecho a nado para amarla, y se puso cuadrado de tanto nado. Ella encendía un farol rojo para que él no se estrellara contra las rocas. Una noche de tormenta, Leandro se ahogó y Hero lo encontró muerto al amanecer y ella murió con él.
En su manual de mitología, Ruiz de Elvira cuenta que los ilustrados franceses, los que adoraban la razón, dudaban de la veracidad de este mito griego tardío. Y Lord Byron cruzó el estrecho a nado para demostrar que la proeza de Leandro era posible. Los amantes hacen muchas cosas que los razonables no pueden hacer ni entender.

jueves, 8 de enero de 2009

Aforismos III

3. Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, hazte barbero.
4. Quien exige la perfección no perdona. Quien no perdona no la merece. Quien no la merece no puede exigirla.
5. Yo he escrito con la cabeza mil poemas maravillosos, pero con la mano sólo uno y medio.
6. En el mundo se hablan no sé cuántos cientos de miles de lenguas. Un engorro.
7. Cuantas más lenguas hay, menos sirven para comunicarse.
8. No pudimos levantar Babel porque era más grande que nosotros.

miércoles, 7 de enero de 2009

Aforismos II

-De los pecados capitales la envidia es el más tonto, la avaricia el más feo, la ira el más peligroso, la gula el más cochino, la pereza el más aburrido, la soberbia el más ridículo y la lujuria el único que antes de probar la manzana no era pecado ninguno.

-Contra ira, soltar unos buenos tacos; contra pereza, el despertador; contra avaricia, tener hijos; contra gula, mi dietista; contra soberbia, mirarme al espejo nada más despertarme; contra envidia, ser envidiado; y contra lujuria, sólo la muerte.
-Los que tratan a las personas como a perros suelen tratar a los perros como a personas.
-Sólo si todos tuviéramos anillos que nos vuelven invisibles, sabríamos quiénes son los buenos y quiénes los malos.
-Jamás probaremos el néctar y la ambrosía. Contentémonos con la coca.
-Los que quieren reducir la población deberían suicidarse.

martes, 6 de enero de 2009

Subjuntivo para extranjeros

Si ya es difícil para un español, ¿cómo explicarle a un sufrido estudiante de español la razón por la que usamos subjuntivo o indicativo en las siguientes frases?

a) Creo que Dios no existe / No creo que Dios exista.

Para explicarle la diferencia, hay que meterse en filosofía: la primera la podría decir un ateo y la segunda un agnóstico.
Pero mucho más difícil es explicarle por qué no se puede decir "Creo que Dios exista", sino más bien "Creo que Dios puede existir": ésta la diría uno que está dejando de ser agnóstico.

Y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, quiero decir que mi segundo nombre de pila es Epifanio. Me bautizaron el día de Reyes (día de la Epifanía) y el cura le preguntó a mi padre si me ponía como segundo nombre la fiesta del día. Es un nombre rarete, pero me ha salvado en algunas ocasiones. En Italia me llamaban Epifanio, porque llamarme Jesús les sonaba blasfemo. En Grecia me llamaba a veces Epifanio, porque en griego mi nombre, si se pronuncia como una palabra llana, significa algo espantoso.

lunes, 5 de enero de 2009

Carta a los Reyes Magos

Queridos Reyes Magos:
Esta carta se compone de una petición, una confesión, un agradecimiento y una promesa.
Aunque este año no he sido muy bueno, os pido que me permitáis esta noche ver vuestra estrella. Si no es posible verla en el cielo, que sea en sueños. La quiero para contarlo aquí en mi bitácora, para contárselo a mis hijas y para que me guíe un poco en el desierto.
Aprovecho la ocasión para confesaros que os vi cuando era niño. Al despertarme tenía miedo de que no me hubieseis regalado nada, pero sois tan buenos, que sí que había una metralleta de juguete debajo de mi cama. Os agradezco todos los juguetes bélicos que me habéis regalado: con ellos me lo he pasado bomba.
Os agradezco varias cosas: que no seáis políticamente correctos con vuestros regalos: pensáis más en los gustos de los niños y en los gastos de los padres que en los melindres ideológicos.
Y por último prometo haceros propaganda. Os hacen falta técnicas de mercado. ¿Por qué no explotáis más eso de que sois multirraciales: blanco, moreno y negro?

domingo, 4 de enero de 2009

La buena hipocresía

Yo advierto una gran diferencia, un salto cualitativo entre el político que, para hundir la carrera de otro, lo acusa de ser un putero cuando él en su vida privada es putero y proxeneta, y el padre secretamente putero que sermonea a su hijo para que sea fiel a su mujer. El primero es malvado e hipócrita, porque usa la hipocresía para hundir al otro; el segundo es incoherente, pero prudente, porque usa la hipocresía para salvar al otro.

sábado, 3 de enero de 2009

Ser auténtico

En la filosofía existencialista, ser auténtico es vivir en el naufragio de la vida buscando un sentido a pesar de saber que nos podemos equivocar. En ese sentido, tanto Teresa de Calcuta como Pol Pot fueron muy auténticos, mientras que yo, que voy dando tumbos de un lado a otro, soy justo lo contrario. Si ése ya es de por sí un término un poco vacuo que no nos permite saber si el sujeto era una bellísima persona o un canalla, en la calle se ha vaciado aún más y ha pasado a significar, cómo lo diría, que menganito es, por así decir, muy menganito. No es necesario que menganito sea un padre apañado, un amigo leal, un poeta excelso, un caballero amable, un soldado valiente, un amante hábil. No, le basta con ser quien es. Así de facilito. ¡Qué tontos somos los demás intentando dar la talla, esforzarnos por mejorar, en vez de ser sencillamente auténticos!

viernes, 2 de enero de 2009

Para seguir empezando bien el año

Los árboles no pueden suicidarse,
el viento sopla sin saber que existe,
el mar ignora que lo están mirando,
la tierra no conoce sus volcanes.
En tiempos de diluvio universal,
cuando las ramas del olivo vuelan
en picos de palomas extraviadas,
ya no saben qué hacer con tanta agua
los ríos y las fuentes y las ranas.
Un hombre es una cosa que lo sabe
y saberlo no sirve para nada,
pues todo es sin querer, incluso un hombre.
Las mariposas por ejemplo insisten
en no saber que son hermosas.

jueves, 1 de enero de 2009

Para empezar bien el año

Ya se escancia la lluvia en verdes copas,
me suben tronco arriba hiedras y aves,
prenden mi corazón tus trepadoras.
En un frondoso mar de madreselvas,
donde comen mis ciervos de tu mano,
te has convertido en luz.
Y se cimbrean todos los árboles
y todas las campanas me despiertan
y rompen a cantar todos los pájaros.
El cáliz ya rebosa entre estas flores,
tú con todos tus soles y tus lunas
y yo con mis estrellas.

En plena fiesta de nochevieja

Queridos amigos: os escribo un poco borracho, lo confieso, en plena fiesta de nochevieja. En estas vacaciones vivo en el campo y no tengo internet y no puedo contestar a los comentarios como a mí me gusta. Aprovecho un remanso de la fiesta para desearos un feliz año. He bailado ABBA, la Martirio, David Bowie, incluso he cantado alguna canción revolucionaria de Silvio Rodríguez. He recibido muchos mensajes en mi móvil, pero no sé de quiénes son, porque no conozco a la gente por sus números de teléfono, sino por sus nombres. A todos los que me han felicitado y a los que no, les deseo que al menos uno de sus propósios para año nuevo se cumpla (sed compasivos con vosotros mismos: es muy fácil hacer propósitos para el año que viene, pero cuando el año ha venido, la realidad nos arremete con todas sus aristas y los propósitos se vienen abajo o se vuelven realistas). Quiero dar gracias este año a los que me alegran las noches con sus comentarios en mi bitácora: Antónimo, Lopera, Juanma, Juan Antonio, Enrique García-Máiquez, Enrique Baltanás, Yomisma, Tutusta, mis hermanos, algún alumno mío, Rascaviejas, Octavio, Ángeles, El piyayo, Antonio Rivero Taravillo, Jabo y tantos otros que el alcohol no me permite recordar y a todos los que se contentan con leerme. Un beso muy fuerte y un abrazo.
Ab imo pectore,
Jesús Cotta Lobato